Part. 2 Capitulo 32

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-No, Harry-dijo Lupin.

-Y ahora ha venido para acabar con él.

-Sí, es verdad-dijo Black, dirigiendo a Scabbers una mirada diabólica.

-Entonces yo tendría que haber permitido que Snape lo entregará-gritó Harry.

-Harry-dijo Lupin apresuradamente-, ¿no te das cuenta? Durante todo este tiempo hemos pensado que Sirius había traicionado a tus padres y a Lyra, que Peter lo había perseguido. Pero fue al revés, ¿no te das cuenta? Peter fue quien traicionó a tus padres. Sirius le siguió la pista y...

-¡ESO NO ES CIERTO!-gritó Harry-. ¡ERA SU GUARDIÁN SECRETO! ¡LO RECONOCIÓ ANTES DE QUE USTED APARECIESE! ¡ADMITIÓ QUE LOS MATÓ!

Señalaba a Black, que negaba lentamente con la cabeza. Sus ojos hundidos brillaron de repente.

-Harry..., la verdad es que fue como si los hubiera matado yo-gruño-. Persuadí a Lily y a James en el último momento de que utilizaran a Peter. Los persuadí de que lo utilizaran a él como guardián secreto y no a mí. Yo tengo la culpa, lo sé. La noche que murieron tenía un presentimiento muy malo de que algo andaba mal, Lyra me convenció de salir y dejarlas solas, por lo que fui a la casa de Peter. Al llegar no había señal de pelea alguna. No me dio buena espina. Me asusté. Me puse inmediatamente en camino hacia la casa de tus padre. Y cuando la vi destruida y sus cuerpos... me di cuenta de lo que Peter había hecho. Y de lo que había hecho yo.

Su voz se quebró. Se dio la vuelta.

-Es suficiente-dijo Lupin, con una nota de acero en la voz que ninguno de los adolescente no le había oído nunca-. Hay un medio infalible de demostrar lo que verdaderamente sucedió. Ron, entrégame la rata.

-¿Qué va a hacer con ella si se la doy?-preguntó Ron con nerviosismo.

-Obligarla a transformarse-respondió Lupin-. Si de verdad es sólo una rata, no sufrirá ningún daño.

Ron dudó. Finalmente puso a Scabbers en las manos de Lupin. Scabbers se puso a chillar sin parar; retorciéndose y agitándose. Sus ojos diminutos y negros parecían salirse de las órbitas.

-¿Preparado, Sirius?-preguntó Lupin.

Black ya había recuperado la varita de Snape, que había caído en la cama. Se aproximó a Lupin y a la rata. Sus ojos húmedos parecían arder.

-¿A la vez?-preguntó en voz baja.

-Venga-respondió Lupin, sujetando a Scabbers con una mano y la varita con la otra-. A la de tres. ¡Una, dos y... TRES!

Un destello de luz azul y blanca salió de las dos varitas. Pero ninguno la alcanzo ya que mordió a Remus e intento escapar, la persecución llegó hasta un holló para roedores que se encontraba en la pared, antes de que Scabbers pudiera entrar en el Arminda salió, con la mirada clavada en el pequeño animalito.

En ese momento ambos adultos volvieron a disparar. Durante un momento Scabbers se quedó petrificada en el aire, torcida, en posición extraña. Ron gritó. La rata golpeó el suelo al caer. Hubo otro destello cegador y entonces...

Fue como ver la película acelerada del crecimiento de un árbol. Una cabeza brotó del suelo. Surgieron las piernas y los brazos. Al cabo de un instante, en el lugar de Scabbers se hallaba un hombre, encogido y retorciéndose las manos. Crookshanks bufaba y gruñía en la cama, con el pelo erizado.

Era un hombre muy bajito, apenas un poco más alto que Harry, Spica y Hermione. Tenía el pelo ralo y descolorido, con calva en la coronilla Parecía encogido, como un gordo que hubiera adelgazado rápidamente. Su piel parecía roñosa, casi como la de Scabbers, y le quedaba algo de su anterior condición roedora en lo puntiagudo de la nariz y en los ojos pequeños y húmedos. Los miró a todos, respirando rápida y superficialmente. Harry vio que sus ojos iban rápidamente hacia la puerta.

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