SPICA

Part. 2 Capitulo 33

Crookshanks bajaba las escaleras encabezando el grupo. Lupin, Pettigrew y Ron lo seguían, como si participaran en una carrera. Detrás iba el profesor Snape, flotando de manera  fantasmal, tocando cada peldaño con los dedos de los pies y sostenido en el aire por la varita, con la que Spica le apuntaba. Junto a ella iba Sirius, el cual solo la miraba con orgullo y cariño, ella trataba de no prestarle atención. Harry y Hermione cerraban la marcha.

Fue difícil volver a entrar en el túnel. Lupin, Pettigrew y Ron tuvieron que ladearse para conseguirlo.

Lupin seguía apuntando a Pettigrew con su varita. Spica no prestaba mucha atención a su alrededor solo estaba concentrada en que los pensamientos de Sirius, Harry, Hermione, Ron y del profesor Lupin no le llegaran, ya que se quería mantener concentrada en lo que hacía, evitando que el profesor Snape pudiera llegar a golpearse con el techo aunque ganas no le faltaran, para dejarlo pegarse en alguna raíz salida. Sirius seguía con una sonrisa en su rostro ya que estaba por fin junto a su hija y Harry, el hijo de su mejor amigo.

Cuando Harry se coloco detrás de padre e hija, el mayor de los tres habló para ambos adolescentes:

-¿Saben lo que significa entregar a Pettigrew?-les dijo Sirius bruscamente, mientras que avanzaban por el túnel.

-Que tú quedarás libre-respondió Harry.

-Sí...-dijo Sirius-. No sé si te lo ha dicho alguien, Harry, pero yo también soy tu padrino; además de ser el padre de Spica.

-Sí, ya lo sabíamos-respondió Harry, mientras que Spica solo asintió, mientras que se le formaba una pequeña sonrisa en los labios.

-Bueno, tus padres me nombraron tutor tuyo-dijo Sirius solemnemente-, por su les sucedía algo a ellos...-Spica no podía mentir la noticia no le sorprendía la verdad-. Por supuesto-prosiguió Black-, comprendo que prefieras seguir con tus tíos, Harry. Pero... medítalo. Cuando mi nombre quede limpio... si quisieras cambiar de casa...

-¿Qué? ¿Vivir contigo?-preguntó, golpeándose accidentalmente la cabeza contra una piedra que sobresalía del techo-. ¿No deberías preguntarle eso a Spica, ella es tu hija? Además, ¿Abandonar a los Dursley?

-Claro que Spica vivirá en mi casa, claro si es que ella lo quiera así, la verdad es que antes me gustaría platicar donde a estado viviendo estos doce años, nadie sabe donde creció ni donde pasa las vacaciones de verano o navidad-mencionó Sirius, mirando a su hija la cual tenía una sonrisa divertida mientras miraba al frente, disimulando los sentimientos que la abordaban al escuchar que Sirius Black, su padre, quería que fuera a vivir con él cuando su nombre quedará limpio-. Ya me imaginaba que no querrías ir conmigo-dijo Sirius rápidamente mirando a Harry-. Lo comprendo. Sólo pensaba que...

-Pero ¿Qué dices?-exclamó Harry, con voz tan chirriante como la de Sirius-. ¡Por supuesto que quiero abandonar a los Dursley! ¿Tienes casa? ¿Cuándo me puedo mudar? ¿Cuándo llegarás Spica?

Sirius y Spica se volvieron hacia él. La cabeza de Snape rascó el techo, provocando que Spica se concentrará nuevamente en el hechizo.

-¿Quieres? ¿Lo dices en serio?

-¡Sí, muy en serio!

En el rostro demacrado de Sirius se dibujó la primera sonrisa auténtica que Harry había visto en él. La diferencia era asombrosa, como si una persona diez años más joven se perfilase bajo la máscara del consumido. Durante un momento se pudo reconocer en él al hombre que sonreía en la boda de los padres de Harry.

-Yo... lo siento-dijo Spica, llamando la atención de ambos hombres-. Debo de hablar antes de con mi papá-al notar lo que dijo se dio una palmada en la cabeza y se corrigió-... a Charlie, el me crío junto con su esposa hasta que se divorciaron y me quede junto con él, es un muggle por lo que podría explicarle la situación e ir a verte por algunas semanas o tú me podrías visitar... no lo quiero dejar solo, ya que Isabella su hija, no lo visita desde que cumplió diez años...