Part. 4 Capitulo 12

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Cuando ambos vampiros se encontraron frente a los reyes, la mirada de los tres se poso en Spica, la cual tenia sus ojos clavados en Aro, con mirada firme sin una pisca de temor lo que logro cautivar toda la atención.

-Me permite-le dijo extendiendo su mano.

-No se lo recomiendo-menciono antes de extender la suya, pero sin que le hiciera caso a la mujer tomo su mano, pero la soltó rapidez en el momento que sintió como la chica veía todo lo que habia hecho desde que era humano.

-¿Qué has hecho?-ella solo le sonrió de lado y dijo con voz calma.

-Yo le advertí-la sonrisa que Spica mostro hiso que los reyes la miraran con mayor cuidado admirando sus ojos que no eran de color rojo o dorado como los de los Cullen.

-¿Por qué sus ojos son diferentes?

-Mientras que mi compañero y yo podamos estar juntos mis ojos mantendrán su color original.

-Interesante... pero creo que ya nos conocíamos-mientras que pronunciaba aquello miro al cobrizo, el cual recordó el día en que casi hace que lo mataran y la visión de Alice.

-Lo dudo, nunca los he visto en mi vida.

-Déjame aclarar aquello... recuerdo la visión que me mostro Alice Cullen, aquella visión donde aparecías y eras tan poderosa.

"Si es correcta la visión, debo de tenerla al igual que a la vidente"

-Creo que deberíamos de aclarar primero por lo que nos hemos reunido hoy-le dijo Spica, ya que ella odia el rumbo de los pensamientos de aquel vampiro tan sádico.

-Claro-extendió su mano a Edward, el cual le dio la suya-. ¿Quisiera conocerlos?-esto alerto a la madre que vio a ambos vampiros-. Creo que falta un pequeño.

Los miró con burla haciendo que los testigos de la familia Cullen se movieran incomodos, mientras que los que acompañaban al vulturi los miraran con curiosidad.

-Me temo que la presencia de mi pequeño es algo sin importancia en este caso, solo estamos aquí por Renéesme Cullen.

-Calumnias-hablo el vampiro de cabella larga y rubia-. Si hay otro niño inmortal debe de estar presente... tienen tres minutos para traerlo.

-Bien-dijo entre dientes, miro a su cuñado y a los testigos que se encontraban en sus filas, desapareciendo.

Spica habia aparecido en la casa donde se encontraban los señores Weasley, junto con sus dos pequeños los cuales al escuchar el clic característico de la aparición la vieron y corrieron a su lado.

-¡Mamá! ¿Dónde esta papá y los demás? ¿Todo salió bien?-la mujer suspiro mirando a los mayores.

-En realidad vengo por Ares, al parecer debes de estar presente-Cuando su hijo la tomo de la mano, se iba a volver a desaparecer pero Teddy los detuvo-. Si Ares debe de ir, yo también iré. No me puedo quedar aquí esperando a que regresen.

Los mayores le dieron una pequeña sonrisa y dijeron:

-Los acompañaremos, si algo sale mal, podemos irnos con los niños-hablo con tranquilidad Arthur, Spica al saber que no lograria convencerlos de que se quedaran solo asintió y cargo a sus dos pequeños, para desaparecer mientras que los mayores le tomaban el hombro.

No paso mucho cuando ya se encontraban nuevamente en el claro cubierto de nieve, siendo observados por los Vulturis y sus testigos, los cuales miraban a la chica con los ojos más abiertos de lo normal.

-Ustedes tres irán con los demás-menciono al ver que frente a los Vulturis ya se encontraban Bella, Renéesme y Thomas.

-Pensé que habías escapado, querida.

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