Después de que salieran de comprar sus varitas y que los adultos les dieran sus nuevas mascotas, los Swan invitaron a comer a Harry y Hagrid. Fueron a comer unas hamburguesas, al terminar se despidieron para ir a pasear por las calles de Londres.
Spica y Harry quedaron que se verían en la estación King Cross donde tomarían el tren para partir a Hogwarts.
Los días pasaron rápido y con eso llego el día en que tendría que irse a la escuela. Ya eran 9:30 am cuando salieron de su hotel, Spica junto con el bolso que le regalo la profesora Mcgonagall, donde llevaba su baúl, en su mano solo llevaba a su lechuza y enroscada a su brazo izquierdo iba Arminda, Mcgonagall les había mandado una carta con un permiso para que la pudiera llevar al colegio.
Al llegar a la estación de trenes Spica saco su boleto del bolsillo y miro anden nueve y tres cuartos. Mientras que caminaban hacia el anden, Spica miraba los números de cada anden, aunque también buscaba a su amigo.
Se dio cuenta que los andenes eran números enteros, así que decidió preguntarle a su padre.
-Papá ¿Dónde esta el anden?-la niña miro a su padre y este sonrió-todos los andenes son números enteros.
-Recuerda lo que dijo la profesora Mcgonagall, tienes que cruzar el muro que se encuentra entre la plataforma nueve y diez-ambos seguían caminando.
Cuando estaban llegando a la plataforma nueve se fijaron que había muchos pelirrojos y Spica noto la cabellera de la única persona que conocía Harry.
-Mira ahí esta Harry-hablo a su padre.
-Bien, tienes todo-ella asintió-. Hasta aquí llego yo pequeña, tengo que irme, si no yo perderé mi vuelo.
-Nos vemos en Navidad-ambos se abrazaron, Charlie tenia lagrimas en sus ojos, nunca se habían separado por tanto tiempo.
El quería a Spica como si fuera su hija de sangre, desde que Bella y Rene se habían ido, los dos eran mas unidos que antes.
-No olvides escribirme cada que puedas, cuéntame en que casa quedas. Dime si haces algún amigo más y no escuches los malos comentarios que puedan hacerte por tu apellido, princesa.
Charlie dejo ir a su hija la cual se acerco a ese niño que conoció en el callejón Diagon y a la familia de pelirrojos.
Antes de que llegara a su lado, noto como avanzaba al muro, por lo que este cruzo antes de que llegara a su lado, dejándola con una mueca. La señora de cabello anaranjado se dio cuenta de lo que la pequeña miraba y le dedico una sonrisa.
-Hola pequeña.
-Buenos días-saludo cortes.
-Primer año de Hogwarts-Spica asintió.
-¿Tus cosas? Solo llevas a tu lechuza-en eso la serpiente que llevaba en su brazo abrió los ojos asustando a la mujer.
-La profesora Mcgonagall, me dio este bolso aquí tengo todos mi baúl y llevo a mis mascotas. Ahora tengo que cruzar si no me dejara el tren.
-Pasa querida, nosotros cruzaremos después de ti.
Ahí se dio cuenta que no solo se encontraba la señora, junto a ella se encontraba una niña mas pequeña que ella y un niño que parecía tener su edad.
-Gracias... olvide presentarme-menciono antes de irse-soy Spica Sly... Swan.
Sin esperar otra cosa desapareció por el muro, frente de ella una locomotora de color escarlata y un anden, completamente distinto a los que se encontraban tras del muro se hallaba.
-Vaya, esto es sorprendente.
Subió al tren sin darle importancia a lo que pasaba a su alrededor, al estar arriba, busco un compartimiento donde estuviera su único amigo. Lo encontró casi al final del tren, ya con su baúl y lechuza acomodados, toco la puerta asiendo que este se sobresaltara por lo que soltó una pequeña risa y este sonrió al verla.
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SPICA
Fanfiction"Quien diría que una oveja podría ser una serpiente y un león" El olor de su sangre lo llama, no sabe a quien pertenece. Solo sabe que en el único momento donde le llega ese exquisito olor es en verano. La buscaba pero nunca encontraba la fuente, ha...