Un nuevo día comenzaba y Spica se encontraba lista para irse de Londres, gracias a su padre podría viajar por la red flu sin miedo a que Isabella lograra verla llegar, su hermana se encontraría en esa hora fuera de la casa, no sabía exactamente donde se encontraría ya que era fin de semana, pero era lo mejor así no tendrá que desmemoriar a nadie.
Harry se encontraba en la cocina esperándola con el desayuno, habia pedido entrar más tarde para poder despedirse de su mejor amiga, la extrañaría demasiado, habían pasado tantas situaciones juntos que era extraño separarse de ella después de tanto.
Aun podía recordar el momento en el que ambos vieron gracias a la piedra de la resurrección a sus padres y a Lupin.
Spica junto con Harry caminaban por el bosque prohibido, Lord Voldemort los vería a ambos, el quería matarlos con sus propias manos. Los dos estaban convencidos de ir, no temían a la muerta y estaban preparados para tomarla en lugar de seguir viendo como sus seres queridos, amigos, compañeros y conocidos seguían muriendo cuando ellos podían detener esa masacre.
Harry le dio un beso a la snitch que Dumbledore le había dejado y esta se abrió mostrando la piedra de la resurrección una de las tres reliquias de la muerte.
Cerro sus ojos y le dio tres vueltas. Al rededor de ambos se comenzaron a escuchar movimientos suaves abrió sus ojos y notó como Spica miraba a todos lados, buscando de donde provenía el ruido que escuchaba.
No eran ni fantasmas ni cuerpos vivientes, eso podía verlo. A lo que más se parecían era al Riddle que había escapado del diario hacía ya tanto tiempo, y había sido una memoria casi sólida. Con menos sustancia que cuerpos vivientes, pro mucho más que simples fantasmas, se movieron hacia ellos. Y en cada cara, la misma la misma cariñosa sonrisa.
James era exactamente de la misma estatura que Harry. Llevaba la misma ropa que cuando murió, con el pelo despeinado y revuelto, y las gafas un poco ladeadas, como las del señor Weasley.
Sin embargo Spica era de la misma estatura que su madre, Lyra "Slytherin" Black, ella llevaba la misma ropa que cuando falleció, el cabello bien arreglado era la viva imagen de su amiga.
Sirius parecía alto y guapo, y muchísimo más joven de lo que Harry o Spica le habían visto en su vida. Caminaba a zancadas con estilo, las manos alrededor de la cintura de Lyra y una amplia sonrisa en su cara...
-Han sido tan valientes...-ambas mujeres estaban tan orgullosas de sus hijos.
-Ya casi han llegado-dijo James-. Están muy cerca. Estamos... tan orgullosos de ustedes.
-¿Duele?
Fue la primera frase y pregunta que soltó Spica, desde que salieron del castillo, aun veía a sus padres con sorpresa.
-¿Morir? Nada en absoluto-dijo Sirius-. Es más rápido que quedarse dormido.
-Y él querrá que sea rápido. Quiere que esto acabe ya-dijo Lupin.
Ese mismo día había muerto Arminda, protegiendo y dando su vida por Spica, ella no tenía la misma protección que Harry, pero Arminda era su guardiana y dio su vida por ella. Lo que no sabía hasta después de la guerra fue que Arminda había sido madre y Spica podría cuidar a sus tres crías.
Ahora Spica tenia tres mamba negra, las cuales se encontraban normalmente en un terrario a excepción de que a veces se las colocaba como accesorios. Una en el cuello y las otras dos en las muñecas o una en la pierna y otra en la muñeca.
Esas pequeñas lograron que su amiga no callera en depresión cuando Arminda murió, ella siempre fue su compañera de aventuras, era normal que la extrañaría.
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SPICA
Fanfiction"Quien diría que una oveja podría ser una serpiente y un león" El olor de su sangre lo llama, no sabe a quien pertenece. Solo sabe que en el único momento donde le llega ese exquisito olor es en verano. La buscaba pero nunca encontraba la fuente, ha...