Part. 4 Capitulo 7

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Narra Spica:

Sentí un dolor insoportable, como si quemaran toda la sangre que recorre mi cuerpo. Quería despertar pero no podía, no podía abrir mis ojos o simplemente emitir algún sonido.

Quería saber como se encontraba mi pequeño.

Quería ver a Thomas y poder abrazarlo pedirle perdón por hacerlo pasar por este momento.

Quería hacer muchas cosas pero no podía porque mi cuerpo no hacia caso a mis ordenes.

Pero todo termino, ya no sentí más dolor solo paz; Sentía como me movían de un lado a otro, no podía abrir los ojos y eso me asustaba ¿Qué pasaría si moría?

¿Thomas cumpliría su promesa de cuidar a su pequeño o le tomaría odio por lo que le habia pasado? El no era capaz de dejar a su pequeño solo, el sería un gran padre aunque no estuviera con ellos.

Deje que la oscuridad me rodeara y me abrazara.

Comencé a sentir un cosquilleo en mis manos el cual logro que intentara mirarlas, pero antes de que lograra ver sus manos noto algo acercarse a ella mientras que se arrastraba por el suelo. No paso mucho tiempo cuando noto lo que de verdad era.

Una serpiente que conocía a la perfección se acercaba con cautela se hincó para poder acariciarla pero cuando la toco sintió una gran calidez en su pecho.

Narrador omnisciente:

Mientras que Thomas miraba a su pareja sin saber que hacer para ayudarla, Lestat se quedo petrificado a un costado de una maquina que media algunos de sus signos. Todo parecía que sucedía en cámara lenta de un momento a otro de la boca de Spica salió un ultimo suspiro que fue acompañado por una exclamación.

-¡Arminda!

Ahora frente a ambos hombres se encontraba una nueva Spica, su piel ya antes de color pálida ahora se encontraba aun más pálida, sus cabellos negros los cuales habían perdido un poco de brillo en el tiempo que paso su embarazo ahora se encontraba nuevamente lleno de brillo.

Pero lo que más llamaba la atención de su nueva apariencia eran el color de sus ojos, ya no eran oscuros ahora eran de un rojo tan brillante como la sangre; la chica los miraba con detenimiento pero cuando sus ojos se encontraron con los de Thomas ella no los separo solo lo miraba con mayor detenimiento.

Lestat sin que se dieran cuenta abandono la habitación para dejarlos solos. Para Spica era sorprendente el como veía ahora todo, no recordaba nada de lo que había sentido mientras estaba inconsciente ni siquiera recordaba el porque se encontraba ahí, solo podía mirar a Thomas y analizarlo con sus ojos.

Ambos se miraban con intensidad, para Thomas ella se veía maravillosa como la primera vez que se conocieron aunque sus ojos ahora le eran más atrayentes; Para Spica él lucia mucho mejor ya que podía apreciar cada una de sus facciones con mayor claridad y notaba ese pequeño brillo en los ojos de su pareja.

Ninguno tuvo que decir algo, Spica se levanto de su lugar y fue a donde se encontraba Thomas para que en menos de lo que el pensara ella ya se encontrara abrazándolo con fuerza, pero lo que sorprendió a ambos fue que cuando Spica lo volvió a ver sus ojos ya no eran rojos, estos eran de un color platinado.

-Vaya-murmuro.

-¿Qué pasa?-pregunto Spica creyendo que algo malo sucedía.

-Tus ojos, tus ojos ya no son rojos... son plateados -Spica acerco sus manos con rapidez a sus ojos y los tallo provocando una carcajada por parte de Thomas el cual al mirarla de esa forma le recordó a una pequeña niña que empieza a conocer el mundo.

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