Digimon La Guerra De Los Dos Mundos

Capítulo 34: La Última Digievolución, Los Vínculos De La Amistad

Habían pasado un tiempo desde que los tamers habían vuelto a la tierra, donde salvo por Desi y Naomi que fueron a la casa de la primera, los demás se quedaron en el cuartel del DCAD para ayudar a Mario con la búsqueda de Lucemon, él cual no estaba teniendo ningún éxito, mientras ambas chicas habían llegado a la casa de los herederos del valor y la luz, donde al entrar fueron recibidos por los padres de estos.

-Desi, cariño me alegra de verte.-Saludó su madre a su hija con un abrazo.-¿Qué es lo que pasado?-Preguntó, al ver como las dos jóvenes y los tres Digimons estaban tristes, y no había rastro de su hijo mayor. 

-Estábamos en un combate, contra el último señor demonio, cuando este lanzó un ataque contra nosotros, por lo que mi hermano decidió pedirle a Omnimon que salvara a Mario y Allyson, antes de empujar a Naomi a un lugar seguro.-Explicó Desi, lo que había ocurrido resumidamente.

-¿Pero y David?-Preguntó esta vez el padre de los hermanos.

-No lo sabemos, después de empujarme el suelo cedió y cayó al fondo.-Contestó con la voz rota Naomi.-Intentamos ir a buscarlo, pero los caballeros reales que quedaban nos dijeron que Lucemon venía hacia nuestro mundo, por lo que tuvimos que venir para detenerlo.-Termino de explicar, antes de ser abrazada por la madre de su novio para que se intentara calmar un poco.

-Escuchadme, esto no ha sido por vuestra culpa de acuerdo.-Les avisó la mujer mayor mirando a ambos jóvenes.-Sabéis que David siempre hace esas cosas, y estoy segura de que él está bien.-Les advirtió con una pequeña sonrisa tranquilizadora.

-¿Cómo puedes estar segura mamá?-Preguntó Desi, mientras se abrazaba a su padre.

-Llámalo intuición materna.-Contestó, antes de que los comunicadores de ambas chicas sonarán.-¿Qué es lo que ocurre?-Las preguntó, cuando vio como Naomi se quitaba el dedo de la oreja.

-Era Mario, nos acaba de avisar que se acaba de abrir un gran portal.-Contestó Naomi, antes de mirar a Desi.-En el lugar donde los seis nos encontramos, después de haber encontrado a nuestros compañeros.-Explicó.

-Id y acabar con ese mal nacido.-Les dijo el padre de Desi, mientras se acercaba a su esposa.

Con lo que ambas chicas solo asintieron, antes de guardar en sus D-Powers a sus compañeras y salir corriendo de la casa seguidas por Agumon.

-Esperó que pueda ir ayudarles.-Comentó mientras le caía una lágrima del ojo.

En el mundo Digital

-¿Chaval te encuentras bien?-Preguntó Leopardmon, al humano que se encontraba a su lado.

-Sí, gracias a ti.-Contestó este mientras se ponía en pie.-Debo volver y ayudarlos.-Avisó mientras miraba a su alrededor para ver cómo podía volver a la superficie, pero no tuvo mucha suerte, ya que el suelo se había derrumbado, dejando unos metros sus cabezas de las piedras.

-No podrás volver arriba, y tus amigos ya no están aquí.-Le avisó el Digimon al humano, al ver la cara de impotencia decidió seguir hablando.-Sentí como mis compañeros abrieron un portal a vuestro mundo, así que seguramente la lucha final sea ahí.-Le explicó.

-Entonces debo encontrar la forma de volver, ¿tú podrías ayudarme?-Le preguntó, algo preocupado por el estado de las heridas del Digimon.

-No me quedan muchas fuerzas, por lo que solo podre hacer esto.-Le respondió, al ver la cara que estaba poniendo el humano decidió explicarselo.-Estas heridas no me dejaran seguir más adelante, pero solo tú y tus amigos tendréis la oportunidad de vencer a Lucemon.-Le avisó, antes de usar su poder para abrir un portal.-Ve, y recuerda solo el poder de los ocho podrá superar el poder de la oscuridad.-Le advirtió.