Capítulo XVIII: Estilo Godfist vs Lanza Gungnir

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Después de una brutal liberación de poder capaz de arrasar con la mitad del planeta, o incluso más, llegó la calma con la estruendosa derrota de Thor. Los dioses nórdicos que huían dejaron de hacerlo, al ver que ya pasó el peligro. Pero una vez más no pudieron evitar sorprenderse, al ver que el mejor ataque del poderoso Dios Nórdico del Rayo fue repelido con tanta facilidad.

Aunque en el caso de Vidar, no estaba tan sorprendido; conocía a la perfección cuando una persona miente, y cuando no, por lo que supo con certeza que lo dicho por el arcángel, sobre que se contenía para no matarlos por accidente, no era una mentira.

—¿Qué cojones?

Se quejó Baldur, apenas recobrando la conciencia y levantándose del suelo cubierto de nieve, luego de que Vidar lo dejara allí al pasar el peligro. Primero noto que ahora estaba cerca de sus compañeros asgardianos, y al mirar adelante, fue cuando se sorprendió de ver como la nieve del valle estaba revuelta, varios de los árboles cercanos estaban derrumbados como si hubieran sido derribados por una funesta tempestad, y a lo lejos había dos nuevos cráteres.

—Te recomiendo que ceses en tu deseo de luchar y descanses, Baldur —dijo Vidar con suma seriedad.

—Yo que tú le haría caso —agregó Ull, no pudiendo ocultar el miedo en su voz, mientras se sentaba en el suelo—. Ese ser que se hace llamar un ángel, es tan monstruoso como sus padres.

—Exacto... ¡Fue increíble! —exclamó Modi, sorprendido y lleno de admiración del increíble poder que ha demostrado el arcángel.

—Pero aun así, hay algo extraño —dijo Vidar, captando la atención de sus sobrinos y compañeros.

—¿A qué te refieres tío? —pregunto Magni, no entendiendo para nada las cuestiones de su tío, quien era famoso por su increíble intelecto.

—La habilidad especial del Ángel de la Divinidad, sumado a su talento innato para el combate mano a mano, no puede ser una coincidencia —decía Vidar, pensando en cada detalle—. Por lo que escuche por parte de Loki, el arcángel San Miguel se especializa en pelear con reyes demonio usando armas. Pero su poder es ineficaz contra deidades o seres divinos. En cambio, San Gabriel parece lo contrario; está especializado en combatir mano a mano, usando los poderes del rival en contra de éste... Es como si... su especialidad fuera luchar contra dioses. Incluso su nombre hace referencia a eso: "Fuerza de Dios".

A estas alturas, esa revelación no sorprendió demasiado a los asgardianos, tras ver la demostración del verdadero poder del arcángel; en especial el Rey de Asgard, quien ya sabía muy bien el resultado del choque de poderes entre su hijo y el Ángel de la Divinidad, así que no le sorprendió para nada la revelación anterior, ni que el ataque más poderoso del Mjolnir fuera vencido. Y también sabía que Thor no se detendría hasta que estuviera tan herido, que no podría moverse, y por ello dejó que continuara la lucha, para que ya más nadie se metiera en su camino; Odín estaba decidido a luchar con el Ángel de la Divinidad, por sí mismo.

—Debo reconocer que al principio te subestime —dijo Odín con toda la seriedad del mundo, mezclada con una creciente molestia—. Por mis cuervos, supe que cuando fuiste enviado a dar un mensaje al Panteón Japonés, sobre un acuerdo de paz, tuviste una pequeña pelea con el Dios de la Luna, Tsukuyomi. Aunque claro, no le tome mucha importancia al asunto, dado al insignificante nivel de esos estúpidos dioses.

—Oye viejo, no deberías ser tan irrespetuoso hacia los dioses japoneses —contesto San Gabriel disgustado y dándose media vuelta, para proceder a caminar directo hacia el rey de Asgard—. No entiendo porque la mayoría de los Panteones los denigran tanto.

Immortalem: Inicio del Nuevo MitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora