Capítulo I: Sello de Paz

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[Siglos Atrás. Asgard: Jardines de Freyja]

Era una grandiosa mañana para el mítico y legendario reino de los Æsir. Y no solo por el radiante ambiente que ofrecía uno de los más grandes jardines que se encontraba en dicho reino, sino también porque en el mismo jardín se llevaba a cabo una gloriosa celebración.

En medio de una zona bastante despejada y rodeada de árboles habían miles de mesas y sillas de madera, repartidas en orden y fila; todas para atender a los incontables guerreros y civiles nórdicos de Asgard, quienes con sus mejores armaduras y vestimentas asistieron a la imperdible celebración que se llevaría a cabo allí.

Era tal la importancia de aquel evento, que todos los presentes miraban atentos al fondo del escenario, donde se encontraba un pilar con runas talladas en el que estaba finalizando una boda; era una de las bodas entre dos inmortales de diferentes Panteones para sellar una paz definitiva entre ellos.

Y en este caso la pareja que se casaba era nada más ni menos que la Diosa Nórdica de la Muerte, Hela, y el Ángel de la Muerte, el Sexto Arcángel San Azrael.

Hela era una hermosa mujer germánica de constitución delgada, de ojos rojos infernales y cabello de color negro, largo hasta la cintura, liso y peinado de manera que le tapaba parte del lado izquierdo del rostro. Tenía los labios y las uñas negras. 

Lo más destacable era que solo su rostro, junto con la mitad izquierda del resto de su cuerpo, era pálida como un muerto; mucho más de lo que tiene un nórdico. Mientras que la parte derecha —del hombro hasta el pie— era de color negro con tonalidades violetas, casi demoníaca. Esa contrariedad en su apariencia se notaba muy bien, debido a que llevaba puesto un sencillo vestido blanco con huesos de adorno, y cuya falda le llegaba hasta las rodillas.

 Esa contrariedad en su apariencia se notaba muy bien, debido a que llevaba puesto un sencillo vestido blanco con huesos de adorno, y cuya falda le llegaba hasta las rodillas

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En cuanto a San Azrael, era un caso raro. Pese a que iba con su sudario negro con capucha y armadura grisácea, la mayoría de los Æsirs lo veían de distinta forma; como un horrible y aterrador ser esquelético. 

Mientras que el resto, como Hela, lo veía normal; un joven no mayor de entre 18 y 20 años, de estatura alta (cerca de 1,95 mts), piel tan pálida como la diosa nórdica de la muerte, cabello liso y largo hasta los hombros de color negro, y ojos azules. Por último tenía sus características de ángel; resplandeciente pupila blanca, un par de enormes alas emplumadas de color blanco en su espalda, y una aureola azul detrás de su cabeza.

 Por último tenía sus características de ángel; resplandeciente pupila blanca, un par de enormes alas emplumadas de color blanco en su espalda, y una aureola azul detrás de su cabeza

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