17. Parte II

1.5K 51 3
                                    

—¿Cami?—Escuché a lo lejos—Amor, despierta.

—¿Qué pasa?—Hablé pesadamente debido al sueño. No era capaz de abrir los ojos.

—Voy a tener que ir a Turín, pasaré por el estadio a firmar unos papeles y vuelvo.

—Está bien amor, ¿a que hora volverás?.

—En unas 4 horas, contando el viaje—Me abrazó—nos vemos.

Se despidió y se fue. Me levante y mis hijos dormían todavía así que me duche y baje para hacer desayuno porque el Erick debía comer a las horas correspondientes según dijo el médico. Había perdido 9 kilos y debía ganarlos poco a poco durante estas semanas para poder volver a mi casa.

—Erick, ya está el desayuno—Entré rápido y lo primero que vi fue su espalda tatuada. Se había duchado y tenía la toalla en la cintura—perdón, cuando estés listo bajas.

—¿Porque te vas?—Me alcanzó—¿porque sientes vergüenza?.

—Porque tú y yo ya no somos nada—Su cara cambió y me dejo salir—baja a desayunar.

Me fui a ver a mi bebé pero me quedo el cuerpo temblando. Había olvidado su espalda y los tatuajes que tanto me gustaban, aunque esta vez resaltaran aún más con los kilos menos que tenía.

—¿Cuál de estas tengo que tomar?—Me preguntó enseñándome el pastillero.

—La de color amarillo.

—Estaba pensando en salir con los niños, ¿que dices?.

—Si claro, dime a qué hora quieres ir así los arreglo.

—Pero yo quiero que tú también vayas—Me miró—¿podemos ir los cinco?.

—No—Suspiré con algo de lástima—no podemos Erick, se vería mal ya sabes. Él Paulo está aquí y ya bastante me está aguantando con todo esto.

—Se me había olvidado—Sonrió forzadamente—se me olvida que dejamos de ser una familia.

—Así es.

Apretó sus labios y luego de tomar la pastilla salió de la cocina pero antes me dijo que él mismo arreglaría a los niños y un rato después salió con los tres. No me dijo nada, ni siquiera me miró y por su expresión notaba que estaba molesto, sin dudas tiene cara para enojarse él conmigo después que yo accedí a cuidarlo  solo por sus estupideces.

[1 semana después]

Las cosas se habían puesto complicadas, el Erick no avanzaba nada y solo parecía poner excusas para evitar sus progresos. La situación ya me estaba cansando porque había tenido bastantes peleas con él Paulo quien tenía razón al decirme que se daba cuenta de su poco compromiso e interés por estar mejor. Me había estado pidiendo que nos fuéramos porque para él el Erick lo hacía con el fin de ganar tiempo y lograr algo más conmigo, y honestamente era obvio si en esa semana no hizo más que lanzarme palabras bonitas y tratar de hacerse el lindo de una u otra manera.

Ya deberías haberlo decidido, no veo cuál es el interés de quedarse—Me reclamó por milésima vez.

—Pienso que está haciendo las cosas mal y puede caer al hospital otra vez.

—No estamos hablando de alguno de los niños Camila, ya deja de justificarlo. Te juro que en estos momentos pienso que aún lo quieres y es por eso que no quieres irte de aquí.

—¿Qué dices? Sería ilógico...

—Para mi no, ni tan boludo me creas. ¿Crees que no me he dado cuenta de cómo te mira?, con ese amor ridiculo que aún siente por ti y todo eso pasa delante de mis narices, ¿como crees que me siento?.

Over Again I y II. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora