Capítulo 19.

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Dicen que el tiempo se encarga de sanar las heridas y en mi caso algo había podido lograr. Después de verlo por última vez solo atiné a subirme al auto y dejarlo atrás para conducir sin rumbo. Llegué a mi casa y solo lloré hasta sentir que no podía más, hasta sentir que no tenía más motivos para continuar llorando.

2 días después las cosas empeoraron, él hizo una entrevista con la Stefi hablando públicamente de su embarazo y de como estaban felices con el bebé que viene en camino. Obviamente se enteraron mis papás, mis primas, mis amigas, todo el mundo en Chile y mis amistades de Italia. Mi papá estaba furioso y mi mamá quería viajar para estar conmigo pero insistí en que yo estaba bien y que habíamos terminado hace mucho, lo cual no era cierto, pero no le iba a contar que hizo esa guagua aún estando conmigo. Había recibido muchas llamadas de familiares preocupados como de medios de prensa, fue tanto el revuelo que se armó que me vi obligada a cambiar mi número de teléfono, así que solo lo tenían las personas más cercanas a mi y la compañía para la cual trabajaba.

Fueron meses difíciles, de mucho llanto, rumores y mensajes. Según sus amigos él estaba mal y la entrevista solo fue una artimaña de parte de ella pero no puede ser así, porque él siempre es de los que dice no y es no, nunca ha sido de los hombres que se dejan manipular fácil.

Aún sigo trabajando con Urban, a pesar de que al principio me tomé una pausa de 2 meses sin eventos públicos ni privados pero ellos me entendieron y una vez que me sentí lista pude volver a trabajar sin problemas y retomar todo lo que había dejado en pausa. Ese tiempo no lo quise compartir con nadie, ni siquiera con la Dani, porque sentía que era tiempo de reencontrarme conmigo misma y recuperar el porcentaje de paz mental que me permitiera volver a ver mi camino. Fue difícil al principio, pero no cambiaría nada de lo que viví esos 60 días, porque por primera vez en mucho tiempo me desconecté de todo y me preocupé solo de mi, de lo que yo quiero para mi.

6 meses han pasado y ahora todo está más claro para mi y he recuperado las ganas de comer, ejercitarme, salir y estoy volviendo de a poco a las redes sociales. El Paulo se ha mantenido conmigo desde que volví de ver al Erick, incluso cuando no quería ver a nadie se preocupaba por mi y me llamaba 3 veces al día y me envió en muchas ocasiones arreglos de flores con tarjetas escritas por él dándome ánimo y recordándome lo mucho que valgo como persona y como mujer.

Habíamos hablado y él había insistido en que intentáramos algo, que nos fuéramos despacio y que él respetaría todas las decisiones que yo tomara. Lo pensé largas semanas y me di cuenta de que también quería estar con él porque por sobre todo, cada vez que estábamos juntos solo me entregaba cariño y mucha tranquilidad. No he olvidado al Erick, aún sigue presente pero no de la misma manera en la que estaba hace 6 meses, así que eso me dio la tranquilidad de querer estar con alguien de nuevo y todo ha ido bien.

—Hey, ya casi termina la temporada y quiero que nos vamos de vacaciones—Me abrazó en la cocina.

—¿Que planes tienes?—Lo besé en la nariz.

—Que vos y yo nos vamos lejos de este país por todo el verano. Vayámonos lejos de aquí, de todo lo que ha pasado, empecemos de cero y volvamos renovados.

—Si tú saltas, yo salto—Bromeé.

—Entonces saltemos Rouse—Reímos—yo me haré cargo de todo. Empaca todos tus trajes de baño y bronceador. Además, quiero que vamos a Argentina para que conozcas a mi familia—Me quedé paralizada, yo nunca tuve otro novio así que nunca tuve que conocer a otra familia.

—¿Estás seguro?—no pude evitar ponerme un poco seria, pero solo porque estaba tan nerviosa que no sabía como reaccionar.

—Claro que si, ¿tú no quieres? porque yo quiero presentarles a mi novia—Me besó rápido.

Over Again I y II. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora