Over Again I y II. [TERMINADA]

Capítulo 29.

Cerca de las 23:00 hrs llegamos al Space Club y la primera parada fue la barra del lugar para tomar algo que nos ayudara a motivarnos un poco y entrar en calor.

—Veo mucho material por aquí—Sonrió la Sherry bebiendo vodka negro.

—Yo digo que hoy estoy soltera—Alzó su vaso de whisky la Elizabetta.

—Que perra mi amiga—Rió la Dani—yo ya lo estoy, la Sherry también ¿que dices tú amiga? —Me miró maliciosamente.

—Lo que pase en Florencia, se queda en Florencia—Brindamos las cuatro a la vez.

Unos 4 vasos después ya estábamos bailando en la pista que estaba justo en el centro del lugar pero solo bailábamos todas juntas como otros grupos de mujeres que también estaban ahí.

—¡Eh eh eh!—Gritaba la Sherry—¡Hasta el menos diez, Ely!—Alentó a la Elizabetta quien bailaba reggaetón.

—¡Con todo sino pa' qué!—Apoyé entre risas mientras alzaba mi vaso.

Mi amiga, alentada por nosotras mismas, bailaba como las diosas atrayendo la vista de muchos de los presentes. Tres mujeres más se unieron a nosotras para bailar, eran españolas muy agradables y estaban en el mismo nivel que nosotras, alcohólicamente hablando.

—¡Vosotras bailáis increíble!.

—Amiga estamos solo en el calentamiento—Presumió la Dani.

—Cami, ¿vamos por otro vaso?—Me gritó la Sherry y nos acercamos a la barra.

—¿Qué quieres tomar?—Pregunté.

—Chicas, ¿un poco de whisky?—Nos ofreció un chico Italiano de ojos verdes.

—No gracias, no queremos que nos droguen—Rechazó.

—Tranquilas que no las vamos a drogar, acepten con confianza—Nos miramos unos segundos y luego aceptamos—¡Hey chico!, dos whiskys.

Aceptamos el trago y ahora otro chico aparecía junto a aquel que nos había regalado la bebida. Era de tés morena y ojos azules, extremadamente guapo.

—¿Bailan?—Nos invitó.

—Anímense, tú conmigo—Me extendió la mano y acepté. La Sherry aceptó la de su amigo.

Fuimos a la pista con los chicos, eran muy altos, se notaba por su ropa ceñida al cuerpo que estaban muy trabajados.

—¿Puedo saber tu nombre?—Me gritó por él ruido.

—Camila, ¿y el tuyo?.

—Mateu, un gusto—Me sonrió.

No sé cuántas horas bailamos, pero sé que bailamos todos los estilos musicales. Nos acercamos a la barra en cuatro oportunidades más y desde ahí divisé a la Sherry quien se besaba con el tipo y la Dani junto a la Ely y las españolas también bailaban con un grupo de tipos.

Me tomé al seco dos vasos de algún alcohol que ya no recuerdo cual era específicamente pero sé que era algo fuerte porque sentí que me quemó un poco la garganta, aunque a partir del tercero ya era solo agua para mi.

—Eres muy guapa—Me sonrió.

—No me jotees, solo bailemos—Reí mientras sentía que iba a dejar los zapatos marcados en la pista.

En algún momento de la fiesta la música se volvió solo reggaetón y tengo recuerdos vagos de haber perreado por primera vez, de seguro hice el ridículo porque no acostumbraba a bailar de esa manera pero dicen que siempre hay una primera vez para todo, ademas curada no vale.