Over Again I y II. [TERMINADA]

OVER AGAIN PARTE II.

—Hey, amor—Sentí su voz muy lejos—tengo listo el desayuno, vamos.

Desperté y me lo encontré parado a un lado de la cama con Máximo en brazos, nuestro último retoño tenía 6 meses de vida. Me bañé y bajé, él ya tenía a los dos niños sentados en sus sillas comiendo cereal y mientras cargaba a Maxi ponía leche en sus recipientes; se había convertido en un gran padre.

—Buenos días, amor—Lo besé y tomé al bebé—buenos días mi pequeño.

—Mami, ¿podemos bañarnos en la piscina hoy?—Preguntó Álex, de ahora 4 años.

—Claro, pero después de almuerzo porque aún es muy temprano.

Desayunamos todos juntos, luego el Erick se fue al entrenamiento y yo me quedé preparando la comida de los niños. Eran 3 pero daba gracias porque no eran peleadores y mi bebé no era llorón ni daba mucho que hacer todavía, pero sabía que una vez que quisiera comenzar a caminar mi espalda volvería a sufrir por tercera vez.

—¿Cómo te fue?—Pregunté cuando lo vi atravesar la puerta. Por la cara que traía, de seguro no muy bien.

—Me lesioné—Articuló molesto y luego se perdió por el pasillo.

—Erick, ¿que pasó?.

—Eso po, me lesioné el tendón en el entrenamiento—Se dejó caer en la cama—al menos 15 días de baja, por lo que me perderé el inicio de la temporada.

—Pero de seguro estarás listo antes, el fisio que tienen es muy bueno y te ayudará con eso.

—Pedro se fue ayer, por el momento no hay fisio y según ellos en estos días llegará otro.

—Estarás bien, ya verás—Me abrazó—los niños quieren meterse a la piscina, ¿vamos?.

Me cambié un traje de baño y bajé, les puse bloqueador y sus flotadores. El Erick se metió con Álex y Laura mientras yo estaba sentada en la escalera con el bebé en brazos.

—¿Cómo lo haces?—Me sonrió.

—¿A qué te refieres?.

—Cómo lo haces para tener dos niños por parto natural y quedar aún más buena—Me besó.

—¿Y si hubiese quedado gorda?—Alcé una ceja.

—Estarías igual de buena que ahora, amor.

—¡Álex, no!—Grité cuando lo vi hacerle una "chinita" a su hermana pequeña.

—Álex eso no se hace—Lo retó—es tu hermana pequeña y tienes que cuidarla, no ahogarla.

—Cállate, papá—Este pequeño era desafiante. Un claro hijo de su padre.

—Hey, a mi no me hables así—Lo señaló con su dedo índice—salte ahora de la piscina, estás castigado.

—Pero papá...

—Salte, ahora—Lo ayudé a salir y se sentó enojado en una de las sillas. El Erick podía jugar con ellos y prestarse para todos los juegos pero cuando se trataba de disciplina, Hitler era un amor comparado con él.

Una vez que los sacamos, les dimos una ducha y los tres se durmieron.

—Ahora que duermen—Me abrazó por la cintura—creo que puedo tener algo de tu atención.

—Toda la que puedas antes de que despierten—Me besó y bajamos a la sala.

—Tengo todo listo para ver una película, ¿que dices?.

—Mientras no sea una de los súper héroes todo bien—Odiaba esas películas.

La película comenzó y estábamos en el sofá abrazados. Extrañaba el tiempo entre nosotros, pero cada vez que los niños lo permitían tratábamos de recuperarlo. Su teléfono vibró, lo dejó sonar pero cuando volvió a sonar otra vez contestó.