Capítulo 17.

2.5K 77 10
                                    

Erick's POV

Me subí al auto más bravo que la chucha. Le di un azote a la puerta al momento de cerrarla y eso que yo siempre me pongo colérico cuando azotan las puertas pero esta vez no me importaba nada. Le di unos golpes al volante con los puños hasta que me dolió tanto como para dejar de hacerlo y dar contacto para irme.

Tenía tanta rabia, sé que en vez de arreglar las cosas dejé más la caga pero no pude evitarlo, yo no puedo vivir pensando que la Camila puede tener otro hueón y que ese tipo la toque, la bese o le provoque un mejor orgasmo que yo era demasiado para mi. Ella siempre ha sido mía, nuestra primera vez fue juntos, éramos unos niños sin experiencia y me acuerdo que ella estaba nerviosa y avergonzada y por otra parte yo solo quería complacerla pero no tenía ni la menor idea de cómo hacerlo.

Me fui todo el camino pensando en todo lo que hemos vivido hasta el momento, cuántas veces celebramos nuestros cumpleaños los dos solos en este país sin conocer a nadie, sin torta porque ninguno sabía el idioma y nos daba vergüenza salir a comprar con el traductor. Tantos años, tantas amistades y recuerdos que ahora solo eran eso; recuerdos.

—Buena perrito, ¿donde andai'?—Me preguntó el Luis por teléfono.

—Hueón voy para la casa, no me digas que estás aquí ya—Se supone que llegaría antes que él.

—Si po hueón por eso te llamo, estoy aquí afuera de tu casa.

—Perrito en 10 minutos estoy ahí, no me demoro nada.

—¿La Cami no está?.

—No, pero yo ya voy.

—Ya hueón, te espero.

El Luis se quedaría en la casa unos meses, él no sabe nada de lo qué pasó así que de seguro a penas le cuente me va a retar pero la Cami también lo quiere y le tiene confianza así que puede ser que me ayude a saber donde vive y a convencerla de que lo mejor es que vuelva conmigo.

Llegué en 10 minutos justos, gracias a manejar a 180 Km/hr.

—Perrin, ¿y la Camila?.

—Puta hueón no sé cómo decirte—me rasqué la cabeza nervioso porque este gil siempre me reta como cabro chico—nosotros terminamos y...

—¿Cómo?—me miró sorprendido—¿y cuando?.

—Hace unas semanas y se fue de la casa.

—¿Que hueá le hiciste?, la Cami nunca terminaría contigo y se iría así como si nada.

—Te voy a contar, pero no me interrumpai' sipo—advertí y él asintió.

Le conté todo, todas las cagas que me mande sin ocultar nada porque de verdad necesitaba desahogarme. Por la cara que tenía mi amigo podía ver que solo quería pegarme ahí mismo pero se aguantó hasta que terminé la historia y entonces solo se tapo la cara con las manos y se quedó callado unos minutos.

—Pero dime algo po—insistí—Lucho te juro que no sé qué hacer.

—¿Y que querí que te diga? ¿Que te felicito?. Mira perro, tú eres como mi hermano pero esta vez no te voy a apoyar, las cagaste brígido. ¿Y no la has visto?.

—La acabo de ver, por eso no estaba aquí. Pero fue para peor, le dije que no quería verla con nadie y que si me llego a enterar soy capaz de dejar la caga y no estoy ni ahí.

Over Again I y II. [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora