Over Again I y II. [TERMINADA]

Capítulo 14.

2 semanas después

Hace unos días había recibido una invitación para viajar a  Milán para un evento de Urban. Lo tomé sin pensarlo, no quería pausar mi vida ni dar que hablar, además ahora soy yo la que debe mantenerse así que con mayor razón debo trabajar.

Estaba por acabar unos apuntes cuando sentí sonar mi teléfono, me asusté porque de verdad estaba concentrada en eso y mi corazón se aceleró cuando vi su nombre en la pantalla. No iba a contestar pero mi instinto fue tomar mi teléfono y contestar.

—¡Por fin me conestas!, dime dónde estás Camila—Me exigió.

—Felicidades papito corazón—Le comenté con sarcasmo.

—Camila no creas esas hueás, por fa.

—¿Me vas a decir que es mentira?.

—Si, osea yo no estoy seguro porque siempre que me juntaba con ellos terminaba curado y ...

—Osea que te metiste más de una vez con esa hueona—Le aseguré con rabia.

—Cami de verdad no quiero hablar de eso. Por favor dime donde estás, le he preguntado a todos y nadie me dice nada—Parecía desesperado.

—No te voy a decir y que bueno que nadie te lo ha dicho—Tomé aire—no quiero saber nada más de ti, ya no estamos juntos ni lo estaremos otra vez. Te felicito por tu guagua y espero que seas feliz.

—Mi felicidad está contigo, mi amor. Te he buscado todos estos días y no hay momento en que no piense en ti, Camila estoy desesperado y asustado. Te necesito—Sentí como se le quebraba la voz y a mi ya me punzaba el pecho.

—Erick tú decidiste que esto terminara así, nadie te obligo. Sigue con tu vida y déjame a mi seguir con la mía lejos de ti y los recuerdos.

—No, Camila. Son muchos recuerdos, muchos años, yo no quiero estar con otra persona que no seas tú—No lo veía pero podía sentir que estaba llorando-

—Pero no fue a mi a la que embarazaste—Le reproché al borde del colapso.

—No me dejes...

—Que seas feliz y por favor no me busques más.

—¡No me digas eso, Camila! yo no puedo quedarme con esto, no puedo dejarte ir.

—Eso debiste haberlo pensado antes, ya basta Erick.

—Voy a arreglar todo esto y te encontraré y...

—No—Lo corté—ya deja de buscarme. Esto se acabó, preocúpate de ser feliz y criar esa guagua que tú decidiste traer al mundo—Suspiré—te deseo lo mejor, chao Erick.

Mi teléfono sonó otras veces más pero no contesté. Me lancé a la cama a llorar como niña pequeña dramática hasta que sentí que me faltaba el aire.

Yo tampoco me imaginaba feliz de nuevo sin él, tampoco quería que esto terminara así pero no estuvo ni está en mis manos. Él decidió todo esto sin preguntar nada ni pensar en mi y por mucha pena que me diera no hay nada que pueda hacer, ahora será papá y yo no puedo deshacer eso ni dar marcha atrás para que hubiese actuado de otra manera.

No sé cuántas horas lloré pero se que fueron tantas que finalmente me dormí sobre la cama.

[...]

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