Cómo se deja de ser creyente o de invertir en Bolsa cuando tu ambición es más grande que tu propio bolsillo.
Cielo,
solo dime,
cómo se deja de querer cuando el corazón
sigue latiendo.
Cómo se deja de ser creyente o de invertir en Bolsa cuando tu ambición es más grande que tu propio bolsillo.
Cielo,
solo dime,
cómo se deja de querer cuando el corazón
sigue latiendo.