Yo queriéndole tanto, y él queriéndome a ratos.
Ya no sé si los gatos tienen siete vidas, o si mis vidas son para ese gato.
Insensato.
Incapaz de luchar y capaz de darse por vencido.
Se ha cansado de quererme y de maullarle a la Luna, se ha cansado de hacerle el amor a mi mirada. Ahora solo me araña, me mata.