Retratar lo que siento por ti en un poema es como pedir que mil palabras digan más que una imagen, es como soplar las velas antes de pedir el deseo, es como abrir el paraguas cuando ha terminado la tormenta. Inútil.
Por eso, aunque siga escribiendo sobre tus manos, aunque siga soñando con el abanico de tus pestañas y te respire como si me siguieras dando oxígeno, seré consciente de tu ausencia en mi cama, y de tu presencia en mi pecho.
Y después de todo, he de decirte lo bonito que es que siga existiendo algo mágico después de tanta realidad.