He hecho un barco de papel, para que recorra el mar de tu piel.
Perdóname si no te supe querer, pero soy demasiado cobarde para enfrentarme al reto del amor, demasiado niño para declarar la guerra a tus caderas.
Creo que no voy a volver, que te mereces a alguien que te diga "quédate, atrevete, juega a enamorarme que yo te doy ventaja"
Porque si hay algo que sé del amor es que es un juego, un juego en el que hay que apostar, amar como la primera vez, querer sin tener miedo,
a perder.
El barquito de papel se está hundiendo, es demasiado frágil para soportar esta tormenta.
"Capitán, no sueltes el timón, no te rindas. No."
El barquito de papel se hundió.
Y cómo puede ser que lo que para nosotros son ruinas, para la historia es un tesoro.
En la coordenada de tu pecho y el mío encontraron algo, los restos de un naufragio, el tesoro del olvido.