Eres rebelde, y no solo en la cama, también en el día a día. Mi amor, cuando te dicen que con una copa más vas a desbordarte tú ya te has bebido hasta mis ganas de quitarte la ropa.
Eres la musa que entre beso y beso ya está proclamando la guerra a otro. Eres esa que siente que una noche en un coche ya no es nada especial, porque para ti lo especial sería terminar de ver una película.
Eres esa mujer que es capaz de tirar por la borda mi equipaje y vestirme de locura para tirarme yo también.
Sin salvavidas.
Sin protecciones.
Porque tu boca me provoca y me convierte en el loco que va a acabar convirtiéndose en un esclavo más de ese perfume que llevas.
Hueles a deseo y a todo lo que no se puede describir.
Precaución,
curva peligrosa,
cintura que desata mi cordura,
piernas de enredadera,
labios que besan más que piel
porque si te descuidas acaban mordiéndote el alma.
