6 años
"No tenía ganas de salir, mi hermano mayor estaba en su habitación con sus nuevos amigos, no los conozco ya que solo puedo escuchar sus risas.
Mi primer día de clases no fue como yo esperaba, todos los profesores eran unos incompetentes, nos trataban como bebés cuando solo tenemos 5 años, algunos de nosotros ya somos capaces de hacer muchas cosas por nosotros mismos.
Tal vez nos trataban así por que la mayoría eran como bebés aprendiendo a caminar, lloraban por cosas sin sentido, ¿quien se pone a llorar solo porque no le dan los crayones? Solo esos idiotas.
Estaba observando los pequeños detalles que tiene mi habitación, la idea fue de mi padre, aunque mi madre estaba en total desacuerdo igualmente tuvo que aceptar, no me quejo es demasiado grande para mis cosas y tengo suficiente espacio para jugar con mis amigos, si es que los tengo.
Algunos mechones de mi cabello caían en mi frente, nací con el cabello plateado que era herencia genética de mis padres también unas marcas en el rostro, que también eran herencia de mis padres, tenía un cuarto menguante en la frente de color morado y en mis mejillas dos líneas en cada lado de color casi rojizo.
La mayoría lo veía raro, mi hermano mayor no nació con estas marcas pero sí el cabello plateado y los ojos ambarinos de nuestro padre, todo dicen que soy muy pequeño para saber algunas cosas pero están muy equivocados.
Cansado de las risas salí en dirección al patio para jugar con la pelota, pregunté a cada uno de los sirvientes si podía jugar conmigo pero todos estaban muy ocupados, mis padres no estaban en casa, su trabajo los mantenía afuera.
Me senté en el césped mirando mis pies, lancé la pelota lo mas lejos que pude, estaba solo, tampoco podía interrumpir a mi hermano ya que estaba con sus amigos, siempre estaba solo.
No tenía amigos, mis padres estaban en su trabajo, los sirvientes estaba ocupados y mi hermano, la relación que tenía con el no era tan profunda, solo nos saludamos o a veces ayudamos pero de ahí no pasamos, el era muy apegado a mi madre y es que perder a su madre debe ser debastador, lo poco que sabía era que al momento de nacer su madre murió, poco tiempo después mi padre se casó y nací yo.
-¿Esto es tuyo? - me preguntó una suave voz, alcé mi mirada del suelo y vio unos hermosos ojos chocolates.
-¿Q-quién eres? - podría ser una intrusa disfrazada de ángel que vino a robar lo que teníamos, no iba a permitirlo.
-Soy Kagome Higurashi - aún no confiaba en ella y creo que se dio cuenta de eso-soy amiga de Inuyasha, estaba buscando el baño pero me perdí.
Decidí escanearla, traía un vestido rosa con flores blancas y algunos detalles amarillos, su cabello era azabache pero gracias a los brillos del sol le daban unas tonalidades azules pero también era corto ya que solo le llegaba un poco menos de los hombros, traía una cinta roja como un sujetador.
-¡Kagome!- el grito de mi hermano hizo que ella dejara de mirarme para mirar a mi hermano que venía hacia nosotros, ella solo sonrió y esperó a que el llegara.
-Inuyasha, perdón- hizo una pequeña reverencia para después mirarlo - no encontré el baño pero si encontré a este pequeño.
-No te preocupes - mi hermano tenía una mirada distinta, parecía más ¿contento? No creo que sea eso, su mirada se dirigió hacia mí para después sonreír un poco - ya conociste a mi hermano menor.
-¿hermano? - ella me miró, recién parecía darse cuenta del parentesco que tenía con él.
-Sí, Kagome el es mi hermano menor Sesshomaru Taisho - nos presento - Sesshomaru ella es Kagome Higurashi mi nueva amiga.
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Diario de un adolescente enamorado
RandomCada vez que ella visitaba a su hermano siempre terminaba espiandolos, su risa era una melodia para sus oídos. Pasaron más de 10 años en donde Sesshomaru se dio cuenta que terminó enamorado de ella desde que era un pequeño niño. Creyendo así que su...