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10 años
"Mi clase y yo estábamos en el curso de repostería, una materia obligada de nuestro instituto.

-Esto es un asco, no se parece a un pastel - Bankotsu exclamó eso al momento de probar nuestra mezcla.

-Pequeño Bank - la maestra Kanna se acercó a nosotros para mirarnos - la masa esta así porque aún no colocaste el azúcar.

-Aaa

Mayormente no soy muy expresivo, no me sale sonreír, creo que si lo hago causaría risa o miedo en los que me rodean. Pero si lo hiciera lo haría en este momento, Bankotsu tenía su cara roja, se olvidó de ese paso.

-No te rías Sessho.

-No lo estoy haciendo.

-Te conozco más que nadie - me apuntó con lo que parecía ser la espátula - Y sé que por dentro estás riéndote.

-Para nada.

-Lo que tu digas, ven - lo mire sin entender a que se refería - ayúdame hacer esto, es nuestra nota.

-Hmp.

Me acerqué a él y juntos hechamos una taza de azúcar, tal y como lo mandaba el libro, estábamos haciendo 'cupcakes', era raro hacerlo pero una pequeña parte de la mezcla cayó encima mis apuntes.

Tomé el trapo de limpiar y con cuidado limpié esa parte, la cantidad que necesitaba de azúcar se borró, no podía leerlo, lo limpié con un poco más de fuerza para ver si volvía aparecer pero terminé haciendo un hoyo a mi hoja.

-Sessho - Bankotsu me jaló para que mire lo que hizo, la mezcla ya estaba en donde debía pero nosotros no sabíamos como meter al horno, la maestra podría hacerlo pero quería demostrar a mi curso que podía hacerlo.

Levanté el embase y con pasos suaves me acerqué hasta el pequeño horno que teníamos en ese salón, sentía la mirada de todos, podía lograrlo, abrí el horno y lo metí rápidamente, al hacerlo me di vuelta y lo cerré ese momento.

"-Lo logré."

Me repetía eso en mi cabeza, Bankotsu me miraba con una sonrisa en nuestro lugar, debía volver con él y sentarnos para esperar nuestra creación. Cuando di el primer paso sentí que alguien me jaló el cabello o más bien algo.

La mayor parte de mi cabello quedó atorado dentro del horno, la profesora Kanna no estaba en el salón, tuve que tomar con mis manos mi cabello y fui para atrás. Con ese intento aún seguía atorado, y debía apurarme o todos se darían cuenta de mi problema.

-¿Por qué tardas mucho Sessho? - Bankotsu a mi lado, su brazo rodeó mi cuello, hice señas para que mire mi cabello - Ohh No.

-Cállate.

-¿Intentaste jalar?

-Sí.

-Tenemos aceite por aquí, podemos usar y tal vez resbale y así sería...

-¿Qué pasó? - me sorprendió que se haya callado así de la nada.

-¿No hueles eso?

-¿Oler qué?

Ambos respiramos profundamente y sí, tenía razón, olía a quemado, ambos miramos al frente, el horno ya estaba prendido.

-Nonono

-Un último intento - Bankotsu me tomó del cabello y ambos estábamos retrocediendo, con nuestras últimas fuerzas nos fuimos para adelante.

Diario de un adolescente enamorado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora