•18•

85 14 3
                                    

"Hoy era de esos días en donde mi hermano desaparecía todo el día, literalmente ni siquiera aparecía en el almuerzo.

Solo por estar entrenando con el equipo, era increíble lo que una persona hacía por el deporte.

Tampoco podía discriminar, al menos ellos se la pasaban horas entrenando para asegurar su futuro. Mientras que yo me la pasaba encerrado leyendo alguno de los libros de mi padre.

Ahora me encontraba en el patio, era un día soleado y el viento era fresco, una perfecta combinación.

Mis ojos se encontraban cerrados, no era necesario tenerlos abiertos, teniendo una oportunidad de solo escuchar lo que pasaba.

Escuchaba pasos que se acercaban hasta mí.

-Sessho - no sabía que Bankotsu vendría, no le daría la oportunidad de saber que me sorprendió - debo ir donde Kagome, ¿quieres venir? Iremos a comer algo después.

-Debo pedir permiso a mi madre.

-Ya le pedí yo - tenía mala suerte, cuando no quiero ir mi madre dá los permisos, pero cuando quiero ir suele decir que no- dijo que podrías ir.

-Hmp.

-Tomaré eso como un sí.

Me levanté en dirección a mi habitación, debía cambiarme, no era conveniente que salga estando en pijama.

Sentía la mirada de Bankotsu sobre mí, últimamente lo hacía, me inquietaba, era como si tuviera una idea en su pequeña cabeza.

-Debes ir con ropa deportiva.

Paré, no tenía mucha ropa deportiva, después de que la vida me confirmó muchas veces que no estoy hecho para el baloncesto, decidí dejar eso de lado.

-¿Qué pretendes?

-Nada.

-¿Entonces?

-Solo ve y vístete.

-Hmp.

No quedaba más por hacer. Por ahora solo debía seguir con las ideas locas de Bankotsu, a pesar de que una parte de mí estaba emocionado.

Decidí usar uno de los deportivos que Inuyasha donó solamente porque no le quedaban, no era ropa tan vieja, pero con tal de que haga su trabajo no tenía quejas.

-No tardas mucho - fue lo primero que dijo al verme entrar al auto, no era raro que ambos salgamos con el guardaespaldas de la familia Higurashi, luego de que el tío de Kagome subió a un puesto importante en el ministerio de economía.

La seguridad va primero para esa familia.

-¿Debía?

-Solo es una afirmación Sessho, no lo tomes tan en serio.

-Si tú lo dices.

El viaje al instituto fue divertido, prefería escuchar las historias que Bankotsu, mi vida en casa era aburrida como para compartirle a Bank sobre cómo cambié la posición de un libro para ser "malo" con mi madre.

-¿No lo pensaste?

-No.

-¿Entonces?

-Renuncié.

-No puedes renunciar a una cosa si no te sale bien a la primera.

-No era la primera vez que lo hacía.

Diario de un adolescente enamorado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora