Capítulo 11: ~ My Affection Route ~

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Sonó un único disparo en el estrecho y oscuro callejón.

Ayame: ¡Oh, Dios!

Cerré los ojos con fuerza ante el ruido, pero luego los abrí con precaución.

(¿Qué acaba de pasar? ¿Alguien ha disparado?)

El hombre con la espada se había ido. Y alguien me estaba agarrando el brazo por detrás, con tanta fuerza, que me hacía daño.

Ayame: ¡Ow!

Me dieron la vuelta con tanta rapidez, que no tuve tiempo de procesar lo que estaba pasando. Pero enseguida me di cuenta de que era Ryoma quien sujetaba mi mano y ya nos encontrábamos huyendo. Una oleada de miedo y alivio, se apodero de mí. Pasamos al lado de los hombres que nos atacaron, mientras se encontraban en el suelo gimiendo. Ryoma y yo corrimos lo más rápido que pudimos para salir del callejón, regresando a las concurridas calles.

****

Ayame: Phew.

Sentía que mis piernas se había convertido en gelatina, en el momento en que llegamos a la tienda de kimonos de Yuki.

Yuki: ¡Oh vaya!

Yuki grito sorprendido, cuando abrimos la puerta de par en par. Ambos estábamos sin aliento mientras nos miraba a la cara con los ojos muy abiertos.

Yuki: ¿Qué os ha pasado?

Ryoma: Yuki, necesito tu ayuda.

Ryoma tenía una expresión sombría mientras decía las palabras de manera entrecortada. Sentí algo cálido goteando sobre mi mano.

Ayame: ¿Qué es...?

Cuando bajé la mirada, descubrí la sangre de Ryoma cayendo de su mano sobre la mía.

(¡No, no puede ser verdad!)

La pegajosa calidez de su sangre, me puso la piel de gallina.

Yuki: ¡Estas herido!

Ayame: ¡No!

Me gire hacia Ryoma y me quede sin aliento. Como estábamos corriendo tan rápido, no me había dado cuenta hasta ahora. La sangre se filtraba por el kimono de Ryoma. Todo su hombro y espalda estaban cubiertos de sangre.

Ayame: ¡Ryoma!

Se giro hacia mí, con el rostro mortalmente pálido. Su voz era débil y ronca cuando hablo.

Ryoma: Estoy bien. Vamos a entrar.

****

Habían pasado varios días desde que Ryoma fue atacado por esos hombres. Fui al Barrio Rojo y Kirisato me mostro una habitación privada.

Ayame: Oh, gracias a Dios.

Solté un enorme suspiro de alivio, cuando vi a la gente que estaba allí dentro.

Katsura: Hey, señorita. Me alegro de verte a salvo.

No estaba segura de lo que habían hecho ese día, pero ahora Katsura me sonreía.

Ayame: Katsura, Okubo, estoy realmente contenta de que los dos estéis también a salvo.

Okubo: Hm.

Okubo levanto la mirada del libro que estaba leyendo cerca de la ventana y dio un leve asentimiento. Ambos fueron a esconderse junto a Kirisato después de escapar.

Katsura: Creo que me enfrente a lo peor.

Katsura le mostro una significativa sonrisa a Okubo.

Destined to love en español [Ruta Sakamoto Ryoma]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora