Capitulo 31. YAHIR

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No puedo evitar sentirme celoso de Alexander, el ver cómo toca a Denisse, como la besa o la acaricia hace que mi sangre hierva. Ella es mía, es mí mujer, yo fui el primero y seré el último en su vida. Pero tengo que controlarme, nadie más se tiene que enterar que ella no es mi prima, dejaré mis celos para otro día.

Desde el domingo que llegamos al departamento de Denisse no he podido estar cerca de ella, Alexander no se le despega ni un segundo, parece perrito faldero detrás de ella. No puedo creer que se acueste con él, Iván y yo tenemos que compartir la sala porque Lili y Nico ocupan la otra habitación. No puedo dejar de imaginarme cosas, en donde todo involucra a Denisse teniendo sexo con Alexander. El solo pensarlo hace que me ponga furico.

- ¡Yahir! Por un demonio, te estoy hablando desde hace diez malditos minutos. ¿En qué piensas o mejor dicho en quien? - insinuó Nico.

- No es lo que piensas - asegure

- Pero si yo no pienso nada. Solo digo lo que veo. Y lo que veo es que te mueres de celos porque Denisse está con su  novio y no contigo - hablo hipócritamente

- ¡Cállate! Tu no sabes nada - dije tratando de tranquilizarme

- No lo puedo creer ¿Te enamoraste de Denisse? Mi madre querrá saber esto.

- Tú no vas a decirle nada a nadie, ¡me oíste! - Nico tenía razón, me enamore de Denisse y estaba mal, muy mal, pero no pude evitarlo.

- Si así lo quieres, está bien. Solo te digo que mi madre no es nada tonta y ella se dará cuenta de esto. No creo que quieras recibir un castigo de su parte, menos si eres un amo - río y se fue.

Tal y como el lo dijo, Brooks no puede saber que estoy enamorado de Denisse, nadie puede saberlo, no hasta que estemos libres de ella.

Y aquí estoy de nuevo, solo en la sala, sin nadie a quien contarle mis problemas. Iván me odia al igual que todos, no lo culpo yo también me odiaria si a mí novia le hubiera pasado lo mismo. ¿¡En qué maldito momento se me ocurrió venderle mi alma a Brooks!? Se que no es el diablo pero como si lo fuera, meterme con ella fue un error. Toda mi vida lo ha sido.

- Yahir, hola - saludo Lili haciendo que volteara hacia ella

- Ah, hola Lili ¿Cómo estás? - saludé cordial

- Muy bien, ¿Sabes a dónde fueron todos?

- Denisse se fue con Alexander, no se a donde - y eso me molestaba - Iván salió a ver a sus padres - creo - y Nico no se, estaba aquí hace unos minutos.

- Oh, bueno entonces me iré a mi habitación, nos vemos. - Lili entro a su habitación como dijo y yo seguí en la sala. Me recosté en el sillón y no sé cuánto tiempo paso pero me quedé dormido.

Cuando abrí los ojos ya estaba obscuro y no se escuchaba ruido alguno, parecía que seguía  solo. Tome mi teléfono que había dejado en la mesita y ví que ya era media noche. Me levanté, fui a la cocina por un poco de agua y me prepare un sándwich. Estaba por terminarlo cuando la puerta del departamento se abrió y entraron todos, literal todos. Denisse, Lili, Nico, Iván y por supuesto Alexander, si que nadie me quiere en esta casa. Ni siquiera sé que hago aquí, la verdad me sentí mal, pero no lo demostré.

- Hola Yahir, despertaste - burló Iván - queríamos despertarte y que fueras a cenar con nosotros, pero te veías taan lindo, que no pudimos hacerlo - los demás presentes solo se burlaron, inclusive Denisse.

- No se preocupen, siempre es mejor estar solo que mal acompañado. - dicho eso me levanté de la mesa y dejé mi plato y mi vaso en la tarja, salí de la cocina y me encerré en el baño, de verdad estaba mal, y odiaba con tanta fuerza que yo fuera el malo en esta historia.

Cuando salí, como era de esperarse ya todos se habían ido a sus habitaciones, excepto Iván claro. Tome las llaves del coche de Denisse y salí, tenía que despejar mi mente. No creí jamás que esto pudiera afectarme de esta manera.

Llegué a un bar y entre, tome varios tequilas, quería embriagarme, olvidarme por un momento de todo, que todo esto se acabará de una vez.

- Nico tenía razón - escuché una voz a mis espaldas - estás enamorado de ella ¿Porque? ¿Acaso es mejor que yo? - Al voltear pude ver a mi antigua sumisa, Karla, una mujer maravillosa, en todos los sentidos, con curvas en los lugares perfectos.

- Karla - apenas pude hablar ¿Que haces aquí?

- Te seguí. Nico me habló, me dijo que habías salido, que estabas mal. Pero no creí que ella te afectará tanto. Pensé que eras un amo, que los amos no se enamoran.

- Tu no lo entiendes ella es...

- ¿Diferente? - interrumpió - te la has cogido mil veces, sientes eso solamente porque fuiste el primero, pero ella tiene novio, lo ama, enserio ¿se puede ser más estúpido? Creer que ella lo va a dejar por ti, Denisse no siente nada por ti y si tengo que hacer algo para que habrás los ojos, entonces lo haré, pero no dejaré que sigas imaginando cosas que nunca van a pasar. Yahir entiéndelo, un amo jamás se puede enamorar y mucho menos de ella, lo sabes bien.

Karla sabía más de lo que yo recordaba, pero no estaba de acuerdo con ella. Yo si podía enamorarme y lo haría, ya lo hago, solo faltaba una cosa, Brooks.

- ¿Quieres ir a otro lugar? - necesitaba saciar mis ganas y que mejor que con alguien que ya supiera mis gustos.

- Por supuesto, ¿A tu departamento o al mío?

- Bien sabes que yo no tengo departamento aquí, pero si quieres ir al mío, vamos, al fin está solo a una hora de aquí.

Y si, nos subimos al auto y maneje directo, llegamos a mi departamento. Abrí la puerta y no me aguante más, tome a Karla de la cintura y la bese desenfrenadamente, hice que enredará sus piernas en mi cintura y continúe besándola, fuimos a mi habitación, la dejé sobre el suelo e hice que se hincara, desabroché mi pantalón que ya estaba a punto de reventar y metí mi polla en su boca, la tome del cabello y guíe sus movimientos, faltaba solo un poco para estallar, estaba tan deseoso que explote en su boca, ví como se atragantaba con mi líquido, pero aún así se lo trago todo.

Se levantó y la bese de nuevo, la tome de sus nalgas y camine con ella hacia la cama, me puse un preservativo y entre en ella en una sola estocada, con movimientos fuertes. Solo sus gemidos se escuchaban en la habitación, saque mi verga de ella y era mi turno de satisfacerla, baje hasta su muy húmeda entrada y comencé haciendo círculos, tome con mis labios su botón de placer, pude ver cómo sólo gemía y arrugaba las sábanas con sus manos. Introduje dos dedos dentro de ella mientras mi boca seguia jugando con su clítoris.

- Oh ... Dios... Ya... Yahir... Mmm... Sigue - odiaba que hablarán durante el sexo, pero está vez lo dejaría pasar, ya sabré como cobrarme después - Yahir... Es... Estoy... A punto - dijo en el momento en que se corrió en mi boca, su sabor salado y dulce me enloquecían. Era perfecta para esto. No es como que hubiera tenido tantas sumisas a mi disposición, pero Karla era la mejor de las tres con las que había estado, incluyendo Denisse.

Me subí en ella sin dejar todo mi peso, de nuevo la volví a embestir, lento, sabía que a ella no le gustaba así, pero es su castigo por hablar cuando no debía. Se veía impaciente, me miraba con enojo por castigarla así, le di la vuelta, su hermoso trasero me recibió bastante bien, con ella podía tener sexo anal si yo quería y no le importaba. Ella lo disfrutaba y vaya que es difícil encontrar a alguien que le guste, la embestí duro, dando nalgadas en su culo hasta que se puso rojo, agarré su cabello en una coleta y seguí dando estocadas fuertes, hasta que ya no pude más, la tome de la cintura y acabe dentro de ella, otra vez.

Sin duda había saciado  mis ganas y por lo visto las de ella también. Me recosté con ella en la cama y nos quedamos dormidos.







Chiquis aparte de este capítulo hay dos más. Este es el primero.

 Sumisa [+18] [TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora