Capítulo 1

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{ Lara }

ACTUALIDAD - Enero de 2021

Era una tarde lluviosa cualquiera. En esta ciudad el tiempo apenas cambiaba, siempre era húmedo. Precisamente, viendo la lluvia caer a través de mi ventana era cuando más vueltas le daba a mi cabeza. Llevaba así un año ya, en un bucle del que no podía salir. Me sentía atrapada, estancada, sin saber cómo alterar el curso de mi vida.

Hace poco que ha comenzado el nuevo año, pero yo ya siento que no seré capaz de conseguir el cambio que necesito, que volverá a ser, una vez más, la misma mierda que el anterior.

Ensimismada en mis pensamientos, no atendí a la voz que me llamaba:

- ¡¡Lara!! Te estoy hablando.

- Perdona mamá, estaba con los auriculares puestos. ¿Qué querías? - respondí al instante.

- Te preguntaba a ver a qué hora habías quedado con tus amigas. - repitió ella.

- Todavía no lo sé, alrededor de las 17:30.

- Está bien, recuerda perfumarte bien antes de salir. - dijo a la vez que cerraba la puerta de la habitación.

Resoplé al escuchar el último comentario de mi madre y puse los ojos en blanco. Podía llegar a ser realmente pesada cuando se lo proponía.

Hacia las 17:15 salí de casa y me dirigí al punto de encuentro. Tras un cuarto de hora había llegado al precioso parque. Algo bueno debía tener el que en mi ciudad hubiera un clima tan desagradable ¿no? La cuidadosamente cortada hierba se erigía majestuosa frente a mí. A unos pocos metros había un estanque de agua cristalina, a cuyas orillas chapoteaban pequeños patitos. Di unos pasos más hacia el idílico puente de madera que unía a ambos lados del estanque.

 Di unos pasos más hacia el idílico puente de madera que unía a ambos lados del estanque

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- Hola - murmuré.

- Hola guapa - respondió él.

Sí, quedaba con él a escondidas de mi familia. Tenía unos padres muy estrictos, pero aunque no lo fueran, jamás aceptarían una relación como la que ambos manteníamos. Con los años se había vuelto completamente tóxica, pero yo aún no había sido capaz de ponerle remedio. Cuando estaba lejos de él, sentía que podía seguir con mi vida y que incluso sería más feliz. Pero, ¿cuando le veía? Ay... toda la fuerza se me iba por la boca. Le miraba y ya no me imaginaba el día a día sin él.

- Has llegado tarde - dijo con un tono que no supe distinguir si se trataba de una broma, o si realmente iba a empezar una discusión aquí y ahora.

- Yo... yo he venido lo más rápido que he podido. - respondí insegura.

- En realidad me da igual. Es cosa tuya. - inquirió algo serio.

Conocía muy bien a Iván. Durante estos tres años de relación había presenciado todas sus facetas, incluso las peores. Por ello, sabía que debía desviar aquella conversación a algo que le pareciera interesante.

- Hoy he visto anunciar la película Black Widow. La verdad es que tiene buena... - comencé.

- Yo he visto una noticia que me ha cabreado - me cortó.

- ¿Qué noticia? - respondí.

- Una de un hombre que ha sido detenido preventivamente porque su mujer le ha acusado de maltrato. Que asco me dan este tipo de cosas, ¿y si él es inocente? - siguió él.

Otra persona en mi lugar, o incluso yo misma hace algo más de un año, hubiera respondido algo parecido a "¿y si no lo es y termina haciéndole más daño a su mujer?, o peor, ¿asesinandola?". Pero para ese entonces había aprendido a cómo tratar con Iván. Sabía que cargaría contra mí con insultos y menosprecios hasta terminar dándole la razón por no seguir escuchando más faltas de respeto.

Iván había tenido una infancia muy difícil, en la que la madre fue la principal culpable de todos los problemas, y había desarrollado de alguna forma, toda esa rabia contenida hacia las mujeres en ciertos aspectos. El tema de la violencia de género era uno de ellos.

- No sé - dije agachando la cabeza.

- No sabes - dijo mirándome con enfado antes de continuar diciendo - nunca sabes nada. Deberías informarte sobre la cantidad de denuncias falsas de este tipo que se ponen al año. Es una lacra para esta sociedad.

- Iván... - quise decir pero me volvió a interrumpir.

- No, es que es verdad chica. Vas de lista en los estudios pero a la hora de la verdad no tienes ni idea de nada. - escupió esas palabras como si de veneno se tratara.

Me sentía pequeña, muy pequeña a su lado. Me hacía sentir la persona más insignificante, inútil, reemplazable y prescindible de la capa de la tierra. Todos los días con él eran así, y es por ello que me sentía estancada, en un bucle infinito sin salida. Cuando estábamos peleados o no nos hablábamos sentía que le echaba de menos, que le quería, que todas las discusiones no eran más que una tontería. Pero, en momentos como ese, o incluso en los que la discusión trepaba hasta niveles cuestionables, sentía que eso no era amor, que estaba atrapada en una relación tóxica que me privaba de ver la vida como realmente era.

Con él tenía la horrible sensación de que todo era culpa mía, que nunca encontraría a nadie más, que él sería capaz de rehacer su vida y seguir adelante sin problema y, en cambio yo, me quedaría en el mismo lugar, sin poder avanzar. Estaba cansada de ello, pero aún no había encontrado la forma de hacerle frente.

Claro está, no sabía lo que estaba por llegar...

Black and WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora