Black and White

Capítulo 7

{ Lara }

- Vaya, ¿has pasado de abordarme en plena calle a no querer ni mirarme a los ojos? - bromeó aquella voz que tan familiar me resultaba.

No daba crédito, ¿de verdad me estaba hablando?, ¿a mí?.

- ¿Esperabas que volviera a chocarme contigo? - traté de dar una falsa impresión de seguridad antes de levantar la mirada y quedar totalmente expuesta.

Sin embargo, cuando lo hice me encontré con algo que jamás hubiera podido imaginar. Mejor dicho, con alguien a quien ni en los mejores sueños esperaba poder conocer en persona. Aquel chico... ¿aquel chico era Niall Horan?. La noche anterior no pude reconocerle por todo lo que llevaba puesto y hacía un momento tampoco, ya que mi miopía no me había permitido distinguir su cara con claridad. Pero ahora que lo tenía delante de mí, era imposible no saber quién era.

- Jajajajajaja - su característica risa sonó como música para mis oídos - esperaba que antes de eso me invitases a tomar algo.

Mi corazón dio un vuelco al escuchar aquellas palabras. ¿Estaba hablando en serio? Traté de serenarme ya que, al fin y al cabo, era una persona normal y corriente, ¿no?.

- ¿Ni siquiera sabes cómo me llamo y ya me estás invitando a salir? - le respondí.

- Eso tiene fácil arreglo. Mi nombre es... - noté como dudaba durante un segundo, para después proseguir - mi nombre es James. ¿Cuál es el tuyo?

Vaya, empezábamos bien. Ya me había mentido con nada más y nada menos que su nombre. Decidí seguirle la corriente.

- Me llamo Lara. Encantada de conocerte James. - Traté de simular la leve reverencia que él había realizado la noche anterior.

Volvió a reír ante mi numerito y se sentó en el banco a mi lado. Mi corazón iba a salirse del pecho. Hasta ahora se me había olvidado comentar el detallito insignificante de que Niall era mi celebrity crush desde que tenía memoria. Me sentía estúpida por no haberle reconocido al instante. Aquella voz, esa risa... eran inconfundibles. Supongo que mi mente no era capaz de procesar que existiese la ínfima posibilidad de que precisamente me fuera a cruzar con él en una ciudad con casi nueve millones de habitantes.

- Siento haberte estado mirando en modo acosador - se disculpó.

- Ni me había dado cuenta - respondí irónica y Niall soltó otra carcajada antes de ponerse algo serio.

- Espero que no te moleste la pregunta, - comenzó a decir - pero, no eres de aquí ¿verdad?.

- Jajajajaja supongo que lo dices por mi acento, - reí ante su comentario y el asintió sonriente - No, no soy de aquí. Una amiga y yo hemos venido de viaje durante dos semanas.

- Vaya, dos semanas - dijo algo apenado. No entendí su reacción. - ¿Y de dónde sois?

- A ver si consigues adivinarlo sin ayuda - repuse burlona.

- Aunque te cueste creerlo, soy muy bueno con los acentos. - dijo orgulloso de sí mismo. Reí para mis adentros. Como si no lo supiera.

- ¿Ah sí? Demuéstralo.

Niall se detuvo a pensar unos segundos y se dispuso a responder.

- Voy a descartar España, Francia e Italia porque sus acentos son muy fuertes y el tuyo imita demasiado bien el británico. - Se rascó la nuca y prosiguió - Hmm... probablemente sea Suiza o alguno de los países nórdicos. Quizá Alemania...

Mi risa interrumpió su reflexión. Fue demasiado gracioso que a la primera hubiera descartado mi país de origen, pero no tenía intención de decírselo aún. Ya me había mentido con el nombre, merecía sufrir un poco.

- ¿De qué te ríes? - trató de simular molestia cruzándose de brazos, pero fracasó estrepitosamente.

- Nada nada, continúe usted. - intenté contenerme y mordí mi labio inferior.

- No he acertado, ¿a que no? - dijo entre risas.

- No has dado una jajajajaja - estallé.

- Está bien está bien, me rindo - dijo alzando ambas manos - dímelo.

- España - accedí al final.

La vergüenza cruzó su cara y comenzó a ruborizarse.

- Te prometo que los acentos se me dan mejor de lo que parece - se excusó - es solo que no hubiera apostado por España dado tu nivel de inglés.

Arqueé una ceja ante su comentario. No me había ofendido porque sabía perfectamente a lo que se refería, pero estaba empezando a disfrutar del hecho de que se sonrojara por no saber cómo llevar esa conversación.

- No me malintepretes, - fue a aclarar al instante - lo digo porque...

- No tienes que dar explicaciones, James. - le interrumpí con una sonrisa reconfortante - Te había entendido a la primera.

Suspiró de alivio y meditó unos instantes lo que diría a continuación.

- Oye, ¿tienes algo que hacer?

- La verdad es que no, mi amiga ha preferido ir a descansar al hotel así que tengo unas cuantas horas muertas - le respondí.

Volvió a detenerse antes de pronunciar las siguientes palabras.

- ¿Te apetece pasar la tarde conmigo? - dijo con voz temblorosa.

Me pareció un buen momento para intentar de forma sutil que me desvelara su verdadera identidad.

- ¿Contigo? Solo sé que te llamas James. - inquirí enfatizando su nombre - ¿Y si lo que quieres es robarme en una esquina?

- Vas a tener que arriesgarte - dijo levantando las palmas de sus manos.

Una punzada de dolor cruzó mi pecho al comprender que no tenía ninguna intención de decirme quién era realmente. Me había montado una película en la cabeza, pensando que tal vez tuviera interés en mí. Aquella idea desapareció tan rápido como había llegado. Es cierto que apenas me conocía, pero el hecho de que no quisiera decirme su verdadero nombre solo podía significar que después de ese día no volveríamos a vernos. Y, ¿para qué molestarse en presentarse si no tenía intención de volver a verme?

Ahora bien, sabiendo que sería la primera y última vez que vería a Niall James Horan, ¿por qué no acepar su invitación de pasar la tarde con él? Probablemente me dolería más la despedida, pero de no hacerlo me arrepentiría el resto de mi vida.

- Está bien, tendré que confiar en ti - respondí con una media sonrisa pero desviando la mirada.

Niall pareció darse cuenta de que algo me pasaba, así que me levantó el mentón delicadamente con su mano y me obligó a mirarle.

- ¿Estás bien? - me preguntó.

Me obligué a sonreír de forma convincente a la vez que asentía y pareció ser suficiente.

- Imagino que no conoces Londres muy bien ¿verdad? - dijo arqueando una ceja.

- Lo justo. Los lugares y monumentos más típicos. - respondí más tranquila.

- Se me ocurre que puedo hacer de guía turístico, pero en vez de enseñarte lo que todo el mundo viene a ver, te descubriré los lugares más recónditos y bonitos que conozco. - dijo satisfecho de su idea.

Dicho esto, comencé a seguir a Niall a donde quiera que me llevase. Estuvimos caminando un buen rato el uno junto al otro. La conversación salía de forma completamente natural entre ambos. Comencé a preguntarme a qué sitio quería llevarme. Tal vez se trataría de un parque que nada tenía que envidiar a Hyde Park, pero que por alguna razón no era nada conocido. O quizá quisiera llevarme a un pintoresco barrio a las afueras de la ciudad.

Todas aquellas dudas desaparecieron cuando de pronto se detuvo. Aquello no era un parque ni un barrio del extrarradio. Se había parado delante de un portal.

Me sorprendí al ver que habíamos llegado a su apartamento...