Capítulo 36

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{ Lara }

Había llegado el día. Alina volvía a Londres para pasar con nosotros la última noche en la ciudad. Lo cierto es que la intención inicial de aquel viaje fue la de pasar tiempo con nuestra amiga, pero apenas habíamos coincidido con ella. Realmente nos había salido mal el plan.

A pesar de todo ello, no podía quejarme de absolutamente nada. Durante nuestra estancia pude disfrutar de la compañía de Julio y Andrea. Y, cómo olvidarme de él, de Niall. Habíamos tenido un acercamiento sin igual. Seguía sin saber muy bien en qué posición estábamos, pero aquello me gustaba. No tenía prisa por ponerle nombre a lo que quiera que fuese eso. Simplemente me dejaba llevar, por él y por todas las sensaciones que me invadían cuando estábamos juntos.

Precisamente, estaba con él en esos momentos, en la estación de tren de Kings Cross, esperando a la persona más maravillosa y loca que el mundo había tenido el placer de conocer.

- ¿Estás nerviosa? - me preguntó Niall posando una mano sobre mi cintura y acercándome más a él.

- Un poquito. Parece que no, pero se le termina echando de menos, ¿verdad? - respondí y rió ante mi comentario.

En ese instante, escuchamos con claridad el sonido de las máquinas de un tren, que moderaba la velocidad para detenerse en el andén.

Pocos segundos más tarde la vimos bajar con su maleta de mano. Bueno, lo que ella entendía como maleta de mano, pero el resto como una maleta normal (tirando a grande), y por supuesto, de color rosa. ¿Os la podéis imaginar, verdad? ¿No? Solo pensad en Sharpay Evans y sus 293857 maletas en "Sharpay's Fabulous Adventure".

Nos vió a lo lejos, sonrió y se acercó andando como si estuviera en una pasarela. Esa chica era un show.

- ¿Siempre viaja en tacones? - me pregunto Niall al apreciar ese detalle.

- Cuánto te apuestas a que no le entraban en la maleta. - le dije sabiendo cuál era probablemente la razón de la elección, a lo que contestó con una sonrisa pícara.

- ¡Hola! - exclamó nada más llegar a nosotros y abrazarnos, bastante fuerte, a cada uno. - Qué ganas tenía de veros.

- Nosotros a ti también... pero me gustaría respirar. - le dije escapándome de sus brazos y le devolví la sonrisa.

- ¿Qué vamos a hacer? - preguntó emocionada.

Niall y yo nos dedicamos una mirada cómplice. Sabíamos que el plan de aquella noche le encantaría, pero no queríamos desvelárselo tan pronto.

- Pues... ¿Julio? - preguntó Niall dudoso por si ese era su verdadero nombre o se lo había inventado. Todavía le costaba diferenciarlo de "Javier". Y sí, únicamente tienen en común la letra "J".

- El oso. - respondimos Alina y yo a la vez. Ya podía imaginar a Andrea poner los ojos en blanco.

- Sí. Ese y Andrea nos están esperando para comer. - terminó de decir.

Alina pareció estar satisfecha, así que nos pusimos rumbo a la calle en busca de un taxi que nos llevase al restaurante. Cuando por fin hubimos tomado asiento, Niall tuvo que preguntar algo que parecía llevar tiempo rondándole en la cabeza.

- Oye Alina, una pregunta, - mi amiga le miró atentamente. - ¿siempre viajas en tacones? Porque cuando te fuiste también ibas así.

- La verdad es que sí. Normalmente suele ser porque ocupan mucho. Resulta que yo todavía soy pobre y no me puedo permitir un jet privado para mis zapatos, aunque algún dia lo conseguiré, lo prometo. - lo dijo completamente convencida y Niall no pudo evitar soltar una de sus características carcajadas. Alina esperó a que se callara para proseguir con su explicación. - Pero hoy ha sido decisión propia porque, o sea, ¡mirad qué fantasía de botines! He estado ahorrando durante cuatro meses para poder pagarlos.

Black and WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora