Capítulo 41

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{ Lara }

Me desperté por el aroma a gofres recién cocinados. Como guiada por una fuerza invisible, me dirigí al lugar de donde provenía el dulce olor.

- Está bien... sí, sí. - escuché a Niall decir en voz baja a pocos metros. Se encontraba de espaldas a mí, por lo que no se percató de mi presencia. - Nos vemos en dos horas.

Colgó la llamada y entonces decidí acercarme a él.

- ¿En dos horas? - inquirí enarcando una ceja. Niall pareció sobresaltarse y se giró bruscamente.

- ¡Lara! - dijo llevándose la mano al pecho por el susto. - Te has despertado.

- Hmm... sí. - respondí con suspicacia. Estaba actuando realmente raro. - Creía que nos ibas a acompañar al aeropuerto.

Abrió los ojos de par en par y su rostro comenzó a tornarse de color rojizo. Parecía no saber qué hacer con las manos así que empezó a recolocar unos cuadros de la pared.

- Lara... es mejor que te sientes. - comenzó a decir y su expresión se volvió seria. Sentí un escalofrío recorrerme toda la espalda y me senté en el sofá. Fue entonces cuando reparé en el delicioso desayuno que Niall había preparado.

- ¡Dios! ¡Qué buena pinta! - exclamé a la vez que cogía una frambuesa de la superficie de uno de los crepes. Me fijé en su cara y en la expresión de preocupación que tenía, por lo que decidí hacer una broma para aligerar el ambiente. - Al menos esta vez no me has llenado el pelo de harina.

Nada. Esa fue su reacción. Nada. Por el contrario, continuó mirándome en silencio y con el ceño fruncido. Comenzaba a ponerme nerviosa, pero no estaba por la labor de continuar intentando sacarle conversación. Cogí el tenedor y el cuchillo de encima del mantel y comencé a trocear el gofre. Comí un bocado tras otro, y miraba a Niall de reojo de vez en cuando, pero, una vez más, lo único que obtenía a cambio era nada.

- Lara. - volvió a llamarme y levanté la mirada de la mesa.

- Qué sorpresa, por fin te dignas a decir algo. ¿Qué te pasa? - dije sin tapujos.

- Yo... n...no, no se cómo decir esto. - balbuceó.

- Solo dilo y ya. - dije a la vez que dejaba los cubiertos encima del mantel. Tomó aire y pareció que fuese a hablar - ¿Y bien?

- No puedo acompañaros al aeropuerto. - respondió al fin.

- ¿Eso era lo que tanto te preocupaba decirme? - dije alzando una ceja. Algo no terminaba de cuadrarme.

Agachó la mirada y negó con la cabeza. En ese momento, pude apreciar una pequeña lágrima desprenderse de su ojo y viajar por su mejilla.

- ¿Niall? - inquirí alterada. Definitivamente, algo no iba bien.

Giró la cabeza para leer la pantalla de su móvil, que acababa de iluminarse por recibir un mensaje. De repente, su actitud cambió por completo. Se secó las lágrimas y me miró fijamente.

- No, eso no era todo. - confesó. - Lara... nos han sacado una foto juntos.

Pude sentir mi rostro palidecer al instante de escuchar sus palabras. Tuve que apoyarme en el sofá con mi brazo para reforzar mi equilibrio. Tragué saliva antes de hablar.

- ¿Saben... saben mi nombre? - pregunté con voz temblorosa.

- No, no creo. Se te ve de espaldas. Es de anoche, a la salida de la discoteca. Por suerte salgo abrazándote y no se diferencia que eres tú.

- ¿Puedo verla?

Niall tardó apenas unos segundos en encontrar una foto en Twitter ya que debía de ser tendencia y me la mostró. La miré con detenimiento, analizando cada detalle de la misma, en busca de cualquier pista que pudiera identificarme.

Black and WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora