Capítulo 43

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{ Niall }

Apoyé la cabeza en el respaldo y dirigí mi mirada hacia la ventanilla. Volar de noche era una de las mejores sensaciones para mí. Divisar las pequeñas luces a kilómetros de altura me recordaba lo abismal que era el mundo y lo insignificantes que eran nuestros problemas al final del día.

Estaba decidido a contarle a Lara toda la verdad, incluso me había preparado un discurso que tenía completamente memorizado. Sin embargo, no ser capaz de prever su reacción me estaba matando. Sabía que me quería, y que era posible que me quisiera lo suficiente como para perdonarme. Pero también comprendería que no pudiera soportarlo. No era su obligación hacerlo. Miré la hora por enésima vez: las 23:16. Pronto comenzaríamos a descender ya que la hora prevista de aterrizaje eran las 23:35.

- Yo estoy más nervioso que tú. - escuché desde mi izquierda. - Cuando Alina descubra que he venido me va a matar.

No pude evitar reírme. Lo peor de todo ello es que era cierto. No entendía en qué momento habían llegado a llevarse tan mal, pero Alina no era capaz de tolerar a Harry durante mucho tiempo. Sin embargo, aquella vez los necesitaba a ambos conmigo, y esperaba que ella fuese capaz de hacer otra excepción como la que hizo en Manchester, para tratar de hacer nuestra estancia más amena.

- Le diremos que yo te he suplicado que me acompañes. - traté de tranquilizar a mi amigo.

- Creo que a ti también te odia en estos momentos. No tientes a la muerte tío...

Harry tenía toda la razón. Apenas pusimos un pie en la terminal y Alina se percató de nuestra presencia, pudimos comprobar cómo su expresión cambiaba de neutra a horrorizada.

- ¿Qué hace este aquí? - fue lo primero que soltó.

- Niall me ha obligado. - no tardó en responder y le miré alzando una ceja.

- Cobarde. - le susurré al oído.

Nos dirigimos hacia el exterior del aeropuerto y nos montamos en el primer taxi que vimos. Le indicamos la dirección de nuestro hotel al conductor e inmediatamente emprendió el viaje. A lo largo del trayecto miraba de reojo a Alina, quien solo se dedicaba a contemplar el paisaje por la ventana.

- Deja de mirarme. - me dijo sin apartar la vista de la carretera. Agaché la cabeza avergonzado. - No por ello voy a perdonarte antes.

- Lo sé. No espero que lo hagas.

Alina giró la cabeza bruscamente para mirarme y me sobresalté.

- ¿Ah, no? - inquirió con cierto enfado en su voz.

- Te conozco lo suficiente como para saber que no me perdonarás tan fácilmente.

Pareció darse por satisfecha con aquella respuesta y volvió a dirigir su atención al paisaje. En menos de veinte minutos ya habíamos llegado al centro de Barcelona, pagado al taxista y llegado a la recepción del hotel. Harry fue a realizar el check in mientras Alina y yo nos sentamos a esperar en las butacas de cuero del hall de entrada. Y fue precisamente entonces cuando me percaté de lo cerca que estaba el momento de decirle la verdad a Lara.

Casi tres meses de secretos y de mentiras estaban a punto de llegar a su fin. Por una parte, me sentía aliviado por saber que eso era lo correcto, que era lo que debía hacer. Pero por otra, tenía un miedo terrible de perderla. Me aterrorizaba la idea de haber destrozado una de las cosas más buenas y puras que tenía en mi vida.

- Niall. - dijo mi amiga desde el sofá de al lado. - Espabila, te he llamado tres veces.

- Oh, perdona. Dime. - respondí y me llevé mi mano izquierda a las sienes.

Black and WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora