{ Niall }
Me desperté sobresaltado por el sonido de la alarma del móvil. Cómo odiaba el estruendo del despertador de iPhone, siempre me dejaba al borde del infarto.
Todavía maldiciendo mi existencia, me incorporé torpemente y me puse unos pantalones de chándal que tenía cerca. Acto seguido, me dirigí a la cocina para prepararme una taza de té, pero apenas crucé el marco de la puerta del pasillo, comenzó a sonar el dichoso móvil. Maldije de nuevo y descolgué la llamada.
- Sí? - dije algo irritado mientras me acomodaba en el sofá del salón.
- ¿Tío te acabas de despertar en serio? Son las 12 del medio día - escuché una voz masculina al otro lado.
- Lewis, no estoy de humor... - me masajeé las sienes con la mano.
- Lo sé lo sé - me cortó al instante - pero hace un mes desde lo de Amanda y estoy algo preocupado por ti.
No podía culparle. Efectivamente, parecía un alma en pena desde hacía semanas, pero la ruptura con Amanda estaba aún muy reciente en mi cabeza. Aunque en el fondo sabía que ella no era para mí, la echaba muchísimo de menos.
- Estoy bien - continué - no te preocupes tío, solo necesito algo más de tiempo. Hoy por ejemplo, me he propuesto salir a correr.
- Jajajajajajajajaja - pude escuchar una carcajada al otro lado del teléfono - me parece muy bien. Así, de paso, aprovechas y te pones en forma para cuando vuelvas al mercado.
- No tengo ninguna intención de volver al mercado - repuse serio - se acabaron las chicas para mí en mucho tiempo.
Unos minutos más tarde me había despedido de Lewis y preparado la taza de té que tanta falta me hacía. Encendí la tele y en cuanto lo hice me arrepentí. Prácticamente todos los canales hablaban de un rumor que comenzaba a cobrar cada vez más forma. "Amanda Goodhouse y Niall Horan podrían haber roto. Testigos cercanos afirman haber presenciado varias discusiones entre la pareja que habrían culminado con un punto final en su relación".
Estaba agotado. Las últimas semanas no había podido disfrutar de mi trabajo ya que en cada entrevista me preguntaban sobre el tema. Hasta cuando iba a comprar el pan, los paparazzi me abordaban con un millón de preguntas sobre Amanda y debía actuar lo más serenamente posible para no levantar sospechas. Había fracasado estrepitosamente.
Horas más tarde, harto de todo lo que me rodeaba, decidí vestirme con mi ropa de deporte, ponerme los auriculares y salir a correr un rato por Hyde Park.
En ese momento desconocía que esa, en principio, irrelevante decisión sería la que me cambiaría la vida por completo.
{ Lara }
Llevaba esperando 20 minutos a Alina y comenzaba a desesperarme. Esta mujer siempre me hacía lo mismo. La culpa realmente era mía, conociéndole podría haber salido de casa media hora más tarde y no tendría que haber esperado en la calle en pleno invierno durante tanto tiempo.
- ¡Lo siento! - escuché su voz a la distancia. - He perdido el autobús y no he podido llegar antes.
Tras ver lo apurada que venía, se me pasó el pequeño enfado que tenía.
- Tranquila - dije comprensiva - pero la siguiente vez te mato. No siento los dedos de las manos.
- Eso se arregla fácil. ¿Vamos al Starbucks? - dijo con una sonrisilla pícara, todavía algo jadeante por las prisas.
- No me lo digas dos veces - reímos las dos juntas.
Ya en la cafetería, con nuestros chocolates calientes en la mesa, procedí a sacar mi ordenador del bolso.
- ¿Por dónde empezamos a buscar? - pregunté.
- Vengo con los deberes hechos - respondió orgullosa - He encontrado un hotel cerca de Trafalgar Square. No es muy caro y tiene buena pinta.
- A ver, vamos a buscarlo - dije mientras tecleaba los datos en el buscador de Google - Joder, está muy bien de precio. ¡Y menuda ubicación! Lo mejor será reservar cuanto antes.
- Ahora mismo si quieres - dijo al instante.
Comencé a realizar todos los trámites online y, 20 minutos más tarde, todo estaba organizado. El día 3 de febrero viajaríamos a Londres por fin.
...
Parecía mentira lo rápido que había llegado el día. Alina y yo estábamos en la terminal correspondiente del aeropuerto, esperando a embarcar. Llevábamos maletas de cabina y la de Alina (cómo no) era rosa fucsia, su color favorito, por lo que llamaba la atención de la gente que pasaba por al lado. Poco le importaba a ella, ante todo no se le podía describir como una persona discreta. De hecho, estaba encantada con la atención que suscitaba y, por si todavía no fuera suficiente, su risa de hiena retumbaba en todo el aeropuerto. En realidad me encantaba esa risa, era tan contagiosa que yo también terminaba riéndome de algo que en principio no hacía ninguna gracia.
Por fin, media hora más tarde conseguimos embarcar de las primeras y pudimos colocar nuestras maletas sin problema alguno.
- No me puedo creer que estemos haciendo esto en serio - dijo Alina ilusionada.
- La verdad es que yo tampoco. Solo hemos tardado 4 años en llevarlo a cabo - bromeé.
- Vamos a ir a casa de Harry y a esperar fuera a que salga como unas campeonas - rió mientras decía lo que podía parecer una broma, pero iba completamente en serio.
- Estás fatal jajajajajaja - respondí yo sin poder reprimir una carcajada - a este paso volvemos a casa con una orden de alejamiento.
- Si así he podido conocer al mismísimo Harry Styles... - respondió sin dudarlo dos veces.
Pasamos las dos horas de vuelo entre bromas y planes sobre el viaje que apenas acababa de comenzar. Una vez en Heathrow, cogimos un taxi que nos llevó hasta el hotel que habíamos reservado semanas antes.
- ¡Mamma mia! Es aún más bonito de lo que parecía en fotos - dije según cruzamos la puerta que llevaba al vestíbulo principal.
- Y ya es decir - me dio la razón.
Me acerqué a la mesa de la recepción para realizar el check in, ya que a Alina le daba algo de vergüenza utilizar su inglés, a pesar de que tuviera un nivel más que decente. Una vez tuvimos las tarjetas de la habitación, subimos a acomodar nuestras cosas.
- Vaya, ¡esto es enorme! - dijo asombrada al ver su habitación - ¿esto es solo para mí?
- A no ser que Harry acepte venir a pasar la noche contigo, parece que es toda tuya - le respondí burlona.
- Ja ja - rió irónica - a ver la tuya.
Abrimos la puerta que conectaba ambas habitaciones, ya que eran comunicadas. Me quedé maravillada al ver el contenido de esta. Tenía una cama matrimonial en el centro de la habitación, con dos mesillas de noche a cada lado de la misma decoradas con lámparas modernas con luces led de colores. En la parte derecha había un pasillo que llevaba al cambiador y al guardarropa. Finalmente, otra puerta conducía a un baño enorme con una bañera y una ducha con hidromasaje.
- ¿Segura que nos han dado las llaves correctas? Esto parece una Suite - dijo al instante.
- No lo tengo claro, pero no nos vamos a quejar, ¿a que no? - repuse graciosa. Negó con la cabeza.
Tardamos unas horas en inspeccionar las habitaciones y ordenar nuestro equipaje, habiendo parado a comer entre medias. Al final, decidimos dirigirnos a la calle a dar un paseo por la ciudad.
ESTÁS LEYENDO
Black and White
Fanfiction"De pronto, mis ojos se posaron en una persona. Aquel cabello mayormente oscuro y ondulado lo había visto en alguna parte antes. Una chica estaba sentada en un banco a pocos metros de mí y parecía estar ensimismada en sus pensamientos a la vez que e...