Black and White

Capítulo 18

{ Niall }

La busqué con la mirada desesperadamente. Por fin di con ella: estaba sentada en un sofá color beige de espaldas a donde yo provenía.

- Lara - le puse una mano delicadamente en el hombro.

- Niall - se sobresaltó. Estaba claro que no me esperaba. Rápidamente se frotó los ojos. - ¿Qué haces aquí?

- Necesitaba hablar contigo - dije acercándome a ella - No estás bien. Quiero saber qué pasa.

- N... no es nada - me respondió tratando de disimular en vano.

Sabía que quizá estaba a punto de hacer una tontería, pero necesitaba entender la situación. Tomé aire y medité cómo pronunciar aquellas palabras.

- ¿Estar con Amanda está siendo duro para ti? - su cara se descolocó y lo interpreté como una afirmación. - Mira... sé que nos conocimos de una forma peculiar, de película. Tal vez te haya dado una impresión equivocada...

- Niall, ¿a qué te refieres? - me interrumpió e hice caso omiso.

- Es culpa mía en realidad, no tienes que sentirte mal. Yo me siento muy halagado por interesarle a alguien tan increíble como... - seguí con mi discurso.

- ¡Para! - levantó las manos y eso hizo que me detuviera en seco - No me lo puedo creer.

- De verdad, está todo bien - traté de tranquilizarla.

- No, es que no lo entiendes. - rio, pero no fue como otras veces. Más bien parecía una risa sarcástica - Es irónico. Tenías miedo de que no te tratara como a uno más, pero has terminado siendo tú quien me ha visto en todo momento como una fan que está coladita por ti.

Se levantó de golpe. Su expresión era de decepción. Suspiró y pronunció las siguientes palabras:

- Tengo problemas más grandes que tú, Niall. Todo esto ha sido un error.

Negó con la cabeza y me miró por última vez antes de marcharse. Yo me quedé ahí, clavado. Definitivamente, la había cagado.

{ Lara }

Aquella noche se suponía que tenía que pasármelo bien. Supongo que el universo tenía otros planes para mí. Todo estaba saliendo francamente mal. Niall había pensado que yo estaba celosa de Amanda y me había dejado claro que no le interesaba lo más mínimo.

Me alejé de él lo más rápido que pude, no quería que me siguiera a ninguna parte. Necesitaba estar sola, necesitaba aire fresco. Entonces, me acordé del enorme balcón de la última planta.

Comencé a subir las escaleras deprisa hasta llegar a un espacioso piso con un ventanal de lado a lado. Abrí una de las puertas correderas de cristal y salí al exterior. Las vistas eran arrebatadoras y el lugar era magnífico. Busqué con la mirada un sitio en el que sentarme a contemplar el paisaje oscuro pero iluminado con miles de lucecitas.

No fue difícil dar con un precioso banco de madera en lo que parecía ser un mirador dentro del propio balcón. Me senté y agradecí para mis adentros que no hubiera nadie más en aquel lugar.

Saqué mi móvil y volví a abrir la última conversación:

20:29 Iván ❤: Eres una basura de persona. Estoy más sereno sin ti.

20:30 Iván ❤: Eres escoria Lara, estás enferma.

20:31 Iván ❤: Deberías estar pidiéndome perdón cada día. Niñata egoísta... Eres más tonta de lo que creía.