Capítulo 51

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{ Lara }

Ojalá pudiera detener el tiempo, que desde la ruptura con Niall pareció haberse acelerado. De pronto, habían pasado cuatro semanas desde la última vez que hablamos. Dentro de mi mente escuchaba una vocecita que me decía "estás haciendo lo correcto, vuestra relación no iba a ninguna parte", pero otra vocecita se encargaba de atormentarme con pensamientos como el de "¿y si te estás equivocando y dejas ir al amor de tu vida?". Lo único que sabía con certeza era que no quería que los días pasaran, porque poco a poco, convertía lo nuestro en un recuerdo del pasado.

A mi desastrosa vida sentimental había que añadirle el fin de mi estancia en Barcelona. Había tenido que volver a Oviedo con mi familia y sentía que toda la libertad con la que había vivido durante el último año se esfumaba. Nada iba bien. No me hablaba con mi mejor amiga, acababa de cortar con la única persona que me había hecho sentir cosas tan fuertes y otra etapa de mi vida llegaba a su fin. El universo parecía estar riéndose de mí.

Abrí la tapa del portátil y continué con lo que había dejado a medio terminar el día anterior. Me encontraba actualizando el Currículum Vitae y escribiendo Cartas de Motivación para diferentes firmas a nivel internacional. Mi sueño era poder trabajar para Baker McKenzie, pero era más que consciente de que existía una posibilidad entre un millón de ser contratada allí, por lo que no dudé en postularme para otras decenas de despachos.

Después de unos cuarenta minutos de intenso trabajo, me giré sobre mi cuerpo para coger el móvil de la mesilla de noche. Como he dicho, nada iba bien, pero había una cosa que todavía podía enmendar. Busqué su número en contactos y pulse el botón de "llamar".

- Hola. - escuché desde el otro lado. - No esperaba que me fueras a llamar...

- Yo tampoco. - respondí. - Deberíamos vernos.

- Sí. ¿Cuándo te viene bien?

- Estoy libre si puedes en media hora. Podemos vernos en el parque.

- Vale. Hasta ahora. - se despidió y colgó la llamada.

Me preparé en un abrir y cerrar de ojos y me dirigí al punto de encuentro. Llegué cinco minutos antes de la hora pactada así que me senté en un banco a esperar. De repente, comencé a sentir todos los nervios que no había tenido hasta ese momento. Ni siquiera sabía lo que estaba haciendo. Me había movido por un impulso y comenzaba a arrepentirme.

- Me ha alegrado que me hayas llamado. - escuché su voz a pocos metros de donde me encontraba.

- Gracias por venir. - le dediqué una media sonrisa y le indiqué que se sentara a mi lado.

Así lo hizo. Tomó asiento y se quedó en silencio, mirándome expectante para que fuera yo quien empezara a hablar de lo que tuviera que decirle. Al fin y al cabo, era yo quien había llamado.

- He pensado mucho durante estas semanas. - comencé a decir. - Te agradezco que te hayas disculpado, Iván, significa mucho para mí. Sin embargo, me temo que no podemos volver a estar juntos.

Su expresión cambió en una milésima de segundo. Tan pronto como escuchó mis palabras, la sonrisa se borró de su rostro y frunció el ceño.

- ¿Qué estás queriendo decirme, Lara? - dijo con un tono que calificaría como desafiante.

- Quiero decir que estoy dispuesta a probar si podemos ser amigos, pero no pareja. - clarifiqué con algo de miedo. Él se levantó del banco bruscamente y comenzó a alterarse.

- ¿Cómo puedes tener tanta cara? Eres tú quien debería estar pidiéndome perdón cada día, ¿recuerdas? - ya ni siquiera se molestaba en hablar por lo bajo, sino que lo gritaba para que todo el parque se enterase. - Tú lo que necesitas es que te baje los humos. Hace ya mucho tiempo que no te pongo en tu lugar.

Black and WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora