Paciente cero - OhmFluke - Nivel 5 (Libro 2)

Capítulo 5

OHM

No he pisado la casa de mis tíos desde hace al menos un año. Le pago a una asistenta para que la mantenga limpia y a un manitas para que vaya arreglando los desperfectos que van surgiendo. Mis tíos no tuvieron hijos y a su muerte su casa pasó a ser de mi propiedad. En realidad he pensado en venderla muchísimas veces, pero siempre me arrepiento y acabo rechazando cualquier oferta que me hacen. En esta casa pasé mi infancia, mis tíos eran cariñosos e hicieron lo que pudieron, pero yo echaba mucho de menos a mis padres, fui un niño difícil y un adolescente aún peor. Por eso mantengo la casa, me parece que fallo a su memoria si la vendo.

Aparco delante del camino de entrada y Fluke me sigue al interior. Es una casa acogedora de dos plantas, con un jardín delantero y un patio trasero de buen tamaño. El salón y la cocina comparten el mismo espacio y los dormitorios se ubican en el piso superior. Está todo muy limpio y en orden. Le enseño la casa a Fluke y le cuento alguna anécdota de cuando era más joven. Omito las escenas que les montaba a mis tíos cuando volvía borracho de las juergas con mis amigos, no quiero que pierda el respeto que me pueda tener. No estoy precisamente orgulloso de esa etapa de mi vida, además después todo mejoró cuando entré en la academia y encontré mi vocación.

Las cosas que tenía de mis padres se almacenaron en el garaje, así que guio a Fluke hasta allí y empezamos a abrir las cajas una a una.

En la primera caja encontré libros de texto de cuando estudiaba primaria, muchos dibujos que hice para ellos en mis años de colegial, nada que nos pueda servir. Descarto la caja haciéndola a un lado y sigo con la siguiente. En esta segunda caja encuentro varias carpetas con expedientes del trabajo de mi padre, estudios de población y enfermedades contagiosas. La mitad de las cosas que leo son incomprensibles para mí, así que decido que el contenido de esta caja se lo llevaré a Earth, él quizá logre sacar algo en claro de todo esto.

La siguiente caja del montón contiene libros de cuentas y libretas con números de teléfono, podría ser de utilidad y decido que irá a nuestro apartamento.

-Ohm, creo que he encontrado algo- me dice Fluke que está mirando el contenido de una de las cajas más grandes.

-¿Qué has encontrado?- le pregunto.

-Las agendas de tu madre de varios años, está la de 1985 y la de 1986, creo que puede haber algo sobre la clínica de fertilidad- me dice con algo de esperanza en su voz.

-Cógelas, las llevaremos a casa, ponlas en esa caja de ahí- le digo señalando la caja que acabo de apartar.

Después de una hora de búsqueda, nos quedamos con dos cajas con los papeles que pueden ser de utilidad para el caso. Estoy colocando lo que no nos vamos a llevar en su sitio cuando veo a Fluke con una foto en la mano. El marco está viejo y la foto está un poco borrosa, pero recuerdo perfectamente ese día. Habíamos ido a ver la nieve por primera vez, hacía mucho frío y mi nariz se había puesto roja. A mi madre le pareció adorable y quiso que nos hiciéramos una foto, entonces le pidió a un hombre que pasaba por allí que tomara la foto de los tres. Ese día fue realmente fantástico, poco después el accidente de coche me arrebató esa felicidad.

-La podemos poner en el mueble del salón, es una foto muy bonita, eras un niño adorable- me dice mi precioso novio.

-Como quieras, por mí está bien- le digo saliendo hacia el coche con una de las cajas.

Fluke coge la otra y me sigue en silencio, sé que me está dando espacio para que asimile todo esto que me está pasando y se lo agradezco enormemente. Su silencioso apoyo es lo más importante para mí en este momento.

FLUKE

Dejamos la casa donde Ohm se crió, mi novio tiene el semblante serio y el ceño fruncido. Es normal después de rebuscar en su pasado, echa de menos a sus padres, su concepción fue algo inusual, son muchas cosas que asimilar. Dejo que mastique bien la situación y que vea que estoy aquí para él, no puedo hacer mucho más.