INEFABLE

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"Sí Harry, te he dicho que todo está bien" suspiró el moreno pesadamente. Era la octava vez que Harry llamaba preguntando por el omega "¿Qué? ¡Claro que no! ¿Por quién me tomas? Te he dicho que no voy a... Está bien, vale, pero no grites." Gruñó Liam haciendo una mueca.

Louis no pudo reprimir una sonora carcajada.

"Me debes una hermano"

El alfa apartó el aparato de su oreja para finalizar la llamada. Harry se había encargado de llamar cada media hora para dar nuevas instrucciones a Liam, desde no acercarse a más de un metro, hasta acompañar a Louis al jardín para que tomase el aire.

Louis sonrió al atraparse pensando en como el alfa le había dicho la verdad sobre que sufriría su ausencia, por alguna macabra razón aquello le provocaba mariposas en el estómago.

"Harry quiere que te haga la comida, se retrasará un poco"

"Yo sé cocinar, no es necesario" ofreció al notar la disconformidad en las palabras del castaño. Liam era un alfa grande y corpulento, debajo de su camisa blanca Louis podía adivinar unos músculos cincelados y tatuajes parecidos a los de Harry, pero sin embargo por lo poco que había hablado con él había descubierto que el fuerte de Liam no eran sus músculos, sino su cabeza. Al parecer, Liam Payne era uno de los ayudantes del padre de Harry, algo bastante honorable según el chico aunque también bastante agotador e incluso asfixiante. Se encargaba de todas las cuentas de la casa y de las negociaciones, por no hablar de su licenciatura en económicas y su gran dominio del calculo mental. Aquel chico parecía ser mucho más interesante de lo que Louis hubiera imaginado en un principio.

"¿Qué te apetece comer?" Preguntó con la cabeza metida en uno de los armarios dónde Harry guardaba las provisiones. Enrojeció al recordar como Harry lo había ayudado días atrás para llegar a ese mismo lugar dónde Liam apenas tenía que estirar su mano para alcanzar.

"Mmm" vaciló durante unos segundos, lo cierto es que no tenía demasiado apetito "Lo que quieras"

Liam volvió a gruñir por lo bajo rebuscando entre latas de conserva y algún que otro cereal. Louis estaba realmente asombrado por la cantidad de comida que Harry traía a diario, no estaba muy seguro de si provenía de la zona sur o el chico la compraba al otro lado del muro, lo cierto es que jamás le había preguntado, pero en su casa nunca había visto tanta comida junta.

"Esto servirá" opinó admirando dos latas de alubias cocidas.

"Comimos eso ayer" comentó observando aquel material metálico que el alfa trataba de abrir. Los ojos de Liam se clavaron rápidamente sobre él con el ceño profundamente fruncido "Pero estaré encantado de volver a comerlas, mi madre siempre decía que nunca son suficientes alubias" mordió su labio inferior con nerviosismo. Liam no parecía ilusionado con su labor como niñera.

Con un cuchillo Liam comenzó a rajar el metal, Louis atrapó de nuevo su labio inferior al ver como el castaño ponía sus dedos demasiado cerca de la hoja afilada que blandía con la otra mano.

"Vas a cortarte" le advirtió con la mirada fija en como el cuchillo se deslizaba por el material. "Tienes que poner la mano más lejos o te harás daño"

La experiencia le había enseñado que un corte podía doler más de lo que se pensaba, en especial en la mano, dónde la sangre solía ser más escandalosa y las heridas tardaban más en cicatrizar.

"Puedo ayudarte"

"¿Ayudarme?" Rió Liam dejando a un lado el cuchillo para enfrentarlo. El tono burlesco que detectó le hizo apretar los labios, el alfa parecía divertido y sorprendido a partes iguales. "No tienes ni idea de en lo que te estás metiendo"

PECADOS CAPITALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora