ARREBOL

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Mal, mal, mal. Algo iba mal, podía sentirlo.

"¿Estás preparado criaturita?" la áspera voz del alfa llegó hasta sus oídos. Harry lucía extremadamente sonriente desde que habían subido sobre aquel córcel blanco que los esperaba en la puerta, sujeto por un encorvado y canoso señor. Harry le había dado algunas monedas doradas antes de ayudar a Louis a subir.

La melena rizada del mayor se batía libremente mecida por la brisa de la mañana, causándole cosquillas en el rostro. Juntos, habían decidido que Harry era el más indicado para manejar las riendas del animal, y aunque Louis debía reconocer que había intentado persuadirlo de todas las formas posibles quizás no hubiera sido una gran idea que alguien sin experiencia alguna cómo él, hubiera tomado el control del gran caballo que se movía bajo sus cuerpos.

Desde la altura de su lomo, el suelo se veía más lejano y duro de lo que su cabeza había llegado a calcular. Era la primera vez que subía a un animal tan grande, de pequeño recordaba haber montado con sus hermanas sobre las cabras del terreno contiguo a su casa cuándo el señor Morrison no miraba. Recuerdo de aquellas tardes, había permanecido en el tiempo una pequeña y casi imperceptible cicatriz bajo su mentón, sin embargo, aquel animal era mucho más impactante que las escuálidas cabras que apenas podían con el peso de las pequeñas gemelas.

Oh, las gemelas, echaba demasiado de menos a aquellas dos pequeñajas que había llegado hacía apenas 6 años, llenando de luz un hogar que cada día parecía estar más muerto ¿Cómo estarían en casa?  ¿Ganaría mamá lo suficiente con su pequeño puesto de la plaza como para alimentar a las niñas? Había estado tan absorto durante esta semana con todas las cosas que acontecían sin sentido alguno a su alrededor, que casi había olvidado su hogar.

"Sí" afirmó secando en la tela de sus propios pantalones el sudor que brotaba de sus manos. "¿A dónde vamos?"

No podía ver el rostro de Harry debido a que la posición sobre el caballo les obligaba a darse la espalda, pero a juzgar por como los cobrizos rizos se agitaban, Harry debía estar sonriendo, por alguna razón él también sonrió.

Ese era el efecto que Harry tenía en él, el efecto de hacer que todo pareciera fácil, el efecto de que el mundo pareciera un lugar un poco mejor, un poco más colorido.

"¿Sabes que pasa con las criaturitas curiosas?"

Louis negó dejando que la punta de su nariz rozara contra la espalda del alfa. Pudo distinguir su propio olor impregnado sobre la tela de la camisa.

"Qué se quedan sin besos"

Louis frunció los labios, sabía que Harry hablaba en broma, podía sentir las ganas de ambos de saltar sobre los labios del contrario, pero por alguna estúpida razón su cabeza no pudo evitar viajar a un futuro en el que de verdad los besos de Harry no fueran más que el recuerdo del fuego sobre sus labios, de cenizas que alguna vez ardieron a merced de las llamas.

"¿Quién ha dicho que yo quiera tus besos?"

Si en algo Louis era bueno, era definitivamente en el contra-ataque. Él,siempre tenía algo que decir, en ocasiones podía hasta llegar a resultar altanero y petulante, pero era parte de su ser y no se avergonzaba de ser así. Louis no era un omega común, de esos que se sonrojan ante los descarados comentarios de la llamada raza fuerte o baten sus pestañas mientras dejan que su olor se pronuncie, él había nacido con el don de la palabra, y estaba decidido a usarlo, no se dejaría pisotear, al menos no de nuevo.

Aquello pareció tomar por sorpresa al rizado, ya que de un segundo a otro el chico había conseguido contorsionarse lo suficiente como para poder encarar a Louis. Aquellos ojos verdes que lo habían conseguido atrapar desde el primer segundo, brillaban aquella mañana más de lo usual, quizás fuera porque después de varios días el sol brillaba grande y fuerte en lo alto del cielo, o quizás fuera simplemente su propia percepción de la belleza que desprendía el alfa, fuera como fuese Louis no podía negar que hoy el alfa tenía algo diferente, algo que no conseguía ver, pero sentía.

PECADOS CAPITALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora