SOLEDAD

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Sus manos temblaban descolgadas a la altura de  sus costados, el aire se sentía pesado y podía escuchar el silbido en su pecho al luchar por seguir llenando sus pulmones de aire. Sus orbes se dilataban exageradamente intentando borrar la neblina que había empañado sus ojos como respuesta al terror que agitaba su cuerpo, Louis nunca había estado tan asustado como en el momento que vio el cuerpo desplomarse brutalmente sobre el impoluto suelo del comedor.

Podía sentir los dedos de Liam clavarse sobre la descubierta piel de su brazo y tirar de él con agilidad a través de los lujosos pasillos de la mansión Styles. Estaba seguro de que Liam le estaba hablando, pero la voz se sentía demasiado lejana como para comprenderla y su mente se encontraba repentinamente cansada como para intentar descifrar el mensaje.

En su cabeza solo se repetía en bucle la imagen del cuerpo yaciendo sobre el mármol y como una decena de hombres vestidos de negro habían irrumpido en la sala de manera inmediata al disparo. Se sentía impotente.

No rechistó cuándo Liam lo empujó violentamente al interior del coche negro que los había llevado hasta allí hacía apenas una hora, ni siquiera se quejó cuándo el castaño tiroteó de su chaqueta sin cuidado alguno hasta quitársela y luego lanzarla por la ventana a mitad del trayecto sin explicación alguna; se sentía demasiado devastado como para ser capaz de pronunciar alguna palabra coherente, ni siquiera sabía si sería capaz de hacerlo algún día.

Su estómago se revolvió de forma agresiva haciendo que la bilis recorriera su garganta, el coche conducía a una velocidad realmente alta y estaba comenzando a marearse.

" ¿Louis? ¿Me estás escuchando?" Los ojos de Liam caían sobre él. Su voz sonaba más ronca de lo normal y su mandíbula se marcaba prominentemente. Estaba enfadado.

Asintió en silencio con la mirada aún perdida en el cuero negro de los asientos. Ambos sabían que no había escuchado una palabra, pero prefirieron no hacer ningún comentario al respecto.

"Te quedarás en la casa y no saldrás bajo ningún concepto ¿entiendes?" Aquello sonaba como una orden "Intentaré volver lo antes posible pero no puedo prometerte que sea antes del amanecer, tendrás que sobrevivir tú solo unas horas"

Balanceó su cabeza de nuevo en señal de afirmación. Todo a su alrededor daba vueltas y las palabras de Liam solo conseguían marearlo más.

"Estarás bien Louis, saldrás adelante" murmuró el castaño comprobando que su pistola estaba cargada "todos saldremos adelante"

Aquellas palabras formaron un nudo en su estómago, sin embargo, se esforzó por asentir de nuevo. Liam tenía razón, ya estaba hecho, ahora debían seguir adelante.

Apenas transcurrieron unos minutos para cuándo el coche en el que viajaban frenó indicando que habían llegado al destino. Louis apenas podía distinguir en la oscuridad de la noche la pequeña casita que a duras penas se mantenía su en pie, su pequeña casita, la de ellos.

No esperó a que Liam le abriese la puerta para bajar del vehículo. El aire fresco le golpeó en la cara enfriando las gotas de sudor que había jugado a perderse entre las hebras de su cabello, una brisa llena de recuerdos impactó de lleno en su corazón, estaba en casa de nuevo pero algo había cambiado, por alguna razón ya no se sentía tan familiar como se había sentido en algún momento.

"Louis" la voz de Liam a sus espaldas captó su atención. El moreno se encontraba de pie tras él, con su ropa descolocada y el pelo revuelto, en su mano una pequeña arma descansaba brillando recelosa bajo la luz de la luna. "¿Estarás bien?"

No lo estaría ¿cómo iba a estarlo?

"Lo estaré"

Liam le dio una sonrisa de boca cerrada.

PECADOS CAPITALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora