PECADOS CAPITALES

MELIFLUO

AVISO: Estad muy pendientes de los cambios en la tipografía para no perderos en la historia. Los flashbacks estarán mezclados con el presente aunque irán en cursiva para que podáis seguir sin problemas la narrativa.

El doblar de las campanas hizo que todos callaran expectantes ante lo que acontecía. Ante los ojos de los enlutados presentes, un ataúd funerario decorado con los más bellos y lujosos materiales ocultaba el cuerpo inerte y ya amoratado del difunto Desmond Styles de las miradas curiosas.

Nadie lloraba, todos los semblantes permanecían impasibles, con los labios ligeramente fruncidos y los ceños imperturbables. Solo Harry, a su lado, soltaba algún que otro suspiro, apretando su mano con violencia como si el miedo a perderlo lo inundase por dentro.

Su mirada viajó rápidamente al otro lado del campo de rosas blancas, dónde Gemma ataviada con una vestimenta completamente negra que ocultaba su menudo cuerpo y remarcaba de forma desagradable la perlada palidez de su piel, cantaba junto con el resto de mujeres una melodía fúnebre de la que Louis no conocía la letra.

Al parecer, según Liam le había explicado durante el camino, se trataba de una tradición entre las familias del lado norte; en el que todas las mujeres que habían conocido en vida al difunto debían honrarlo.

"Tú también tendrás que hacerlo de hora en adelante. Deberías aprender la letra lo más pronto posible" le había dicho Liam con la mirada fija en la carretera.

Al parecer poco importaba el género cuándo con una mirada a su mano todos los reconocían como el futuro consorte del heredero Styles.

Todo su cuerpo se removió cuándo el silencio sepulcral volvió a hacerse entre los presentes, las mujeres quedaron completamente enmudecidas cuándo las últimas notas del piano se perdieron en el aire dejando tan solo al oído el roce de las telas y las pisadas sobre la grava húmeda.

"Bonita metáfora, Desmond Styles sobre un campo de rosas blancas" el susurro de Niall lo tensó por completo. Miró a su alrededor buscando a alguien que pudiese haber oído el desacertado comentario pero todos mantenían sus miradas perdidas en el infinito, ajenos a las palabras del beta. Bueno, todos menos Harry que los miraba fijamente con el ceño fruncido.

"Silencio" murmuró entre dientes.

Ambos chicos asintieron en silencio, volviendo a llevar sus miradas hacia el brillante ataúd, que ya casi se perdía entre la tierra.

Louis podía oler cada uno de los sentimientos de Harry, emanando de él hasta resultar casi asfixiantes. El nudo en su estómago se tensó al escuchar al alfa ser llamado por el sacerdote que oficiaba la ceremonia. Le dedicó una media sonrisa al alfa, antes de que este abandonara su mano para echar a andar hasta el pequeño atrio que descansaba junto al nicho dónde Desmond estaba siendo enterrado.

Si no hubiera sido por todas las miradas que ahora se clavaban ansiosas en el alfa y por todas las veces que Liam le había repetido como debía comportarse; ya habría corrido a los brazos de Harry para intentar sanar con sus labios cada uno de los miedos que sentía como lo invadían poco a poco.

"Buenos días" había saludado en un susurro aquella mañana al entrar en el gran salón que a esa hora ya solía estar completamente iluminado por la cálida luz del sol.

Todos los presentes le habían devuelto el saludo con un leve asentimiento de cabeza, casi perdidos en la completa oscuridad.

Según la tradición de la cultura de Marmore el día de entierro, los familiares del difunto debían expresar su más sincera tristeza con un voto de silencio y oscuridad; debido a ello la mansión se encontraba casi a oscuras, con todas las ventanas cerradas y un frío e inminente silencio adueñándose de sus pasillos.