ACENDRADO

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- Capítulo largo (8860 palabras)





Sus botas crujían a medida que hacían contacto con la roída madera bajo sus pies. Arrugó la nariz con disgusto cuándo el fuerte hedor a alcohol llegó hasta a él provocándole arcadas, todo su cuerpo se tensó por completo al comprender lo que estaba a punto de hacer. Por alguna razón, se sentía mucho más tranquilo de lo que había deparado la noche anterior cuándo en un arrebato tomó la decisión sin casi meditarlo; por otro lado, Liam a su lado se removía nervioso analizando con la mirada de forma inquisidora cualquier objeto o persona con la que se cruzaba.

Harry no pudo evitar sonreír a pesar de los nervios al sentir como el alfa maldecía a sus espaldas entre susurros mezclados con ligeros gruñidos.

El sonido de las maquinas martilleaba en sus oídos, y a pesar de que no era la primera vez que se encontraba en aquella posición los nervios siempre lo traicionaban revolviendo su estómago. Paseó la mirada de forma distraída por el pequeño espacio que incluso podría ser catalogado como ridículo para montar un comercio, pero Harry suponía que aquella era la idea; pasar completamente desapercibidos.

A apenas un metro de distancia de él, Liam pasaba el dedo por una de las superficies comprobando que aquel lugar cumpliera todas las normas sanitarias; frunció el ceño al ver como el polvo se pegó a su dedo dejándolo completamente grisáceo.

El castaño caminó hacia el rizado tratando de limpiar sus manos en la tela de sus pantalones sin mucho éxito, mientras en su cabeza la misma tonta pregunta se repetía a cada paso que daba.

¿Qué que hacían exactamente allí? Pues muy fácil, seguir a Harry en otro de sus planes suicidas.

"Dudo que este antro pase los controles de sanidad" gruñó admirando como una blanquecina capa de polvo parecía envolver por completo aquel lugar "No creo que sea buena idea"

Harry no pudo evitar sonreír de lado, contaba con aquel comentario por parte de su amigo.

"No necesito que sepa limpiar Liam, solo que tenga buen pulso"

Aunque no pudo verlo debido a la posición en la que se encontraba en aquel estrecho pasillo, la imagen de Liam rodando los ojos se dibujó en su cabeza.

"Podrían encarcelarte por esto" susurró el moreno visiblemente alterado "¡Y a mí podrían declararme complice!"

Harry giró sobre su cadera para poder ver el rostro completamente aterrorizado de su mejor amigo. A veces olvidaba lo correcto que era Liam y se sorprendía buscando las razones por las que aún no lo había abandonado después de todos los problemas en los que conseguía envolverlo.

"Tienes razón; podrían, pero no lo harán" se encogió de hombros restándole importancia.

Claro que no lo harían, sería más peligroso para la policía de Marmore que un Styles estuviera en la cárcel que lo que estaba a punto de hacer.

"¿Y si lo hicieran? Harry yo no sirvo para vivir en la cárcel"

Negó siendo incapaz de borrar la sonrisa de sus labios, sus rizos caían desordenados sobre sus hombros.

"No dejaría que nada te pasara allí dentro Liam" decidió seguirle el juego por un rato más, después de todo ver a Liam lloriqueando era más entretenido que esperar en aquel frío pasillo escuchando de fondo los quejidos adoloridos de los presentes.

Liam frunció en ceño.

"Oh vamos Harry ambos sabemos que te aplastarían" puso ambas manos en su cintura para reforzar su posición "Te has vuelto un blando desde que esos ojitos azules llegaron a tu vida. Ahora eres uno de esos alfas que dicen cosas como "no puedo salir con mis amigos porque tengo que darle un beso de buenas noches a Louis"" cambió su voz a una más grave intentando imitar el tono vocal del rizado, a lo que a Harry le fue imposible no estallar en carcajadas llenando el sombrío espacio en el que se encontraban.

PECADOS CAPITALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora