Theo
La boca de la pelirroja sabía como deleitarme, sus pequeñas y tentadoras succiones en mi entrepierna me estaban volviendo loco. Sentía que el clímax se aproximaba así que me retiré y la senté de espalda sobre mí en el borde que sobresalía de la ventana de su habitación. Acaricié sus hombros, besé su cuello y la tomé de la cintura con una mano mientras que con la otra tiré de su cabello hacia atrás. El sexo rudo con una chica jamás se había sentido tan placentero, ni siquiera cuando participaba en trios.
—Theo… —jadeó mientras mordisqueaba su cuello.
—No te detengas —solicité tomando su cintura para hundirme más en ella y avivar sus movimientos.
Arqueó la espalda y tras un empellón final llegué a la gloria. Ella siguió buscando placer durante unos segundos hasta terminar exhausta sobre mi pecho. Besé su cabeza y luego de abandonar su cálido sexo la tomé entre mis brazos para llevarla a la ducha. Era un gusto saber que Fallon no se hallaba por ahí para gritarnos que usáramos ropa y que Dylan estuviera con ella afuera en estos momentos.
Tras un maravilloso baño, llevé a mi novia a desayunar y luego pasé por la universidad para asistir al entrenamiento de hoy. Cuando llegué Tyler pateaba pelotas de manera furiosa hacia el arco, me cambié de ropa de inmediato y tras saludar al resto del equipo me dirigí hacia mi mejor amigo.
—Le harás un hoyo al arco —bromeé, pero él siguió pateando otro balón —. ¿Aun no hablas con ella?
—No quiero escuchar como le gusta pasar tiempo con Donaghey —bramó.
—Amigo sabes que estás siendo muy irracional y que al menos deberías dejarla hablar. Ya han pasado tres días.
—¡Lo sé! ¿Crees que no lo sé? —exclama y pasa una mano por su cabellera.
Levanto mis manos en señal de paz y él se sienta en el césped. Lo imito y decido dejar que se tranquilice.
—Se que estoy siendo un cabrón y que debería responder sus llamadas, pero no puedo evitar pensar que ese niño bonito está esperando que fracase, que él sabe algo que yo no o que ella tal vez confía más en él que en mi —gruñe arrancando algo de hierba —. Fallon es grandiosa, es lista, divertida y yo…
—Tú eres Tyler Donovan, mi puto mejor amigo —me mira con seriedad —, está bien un ex puto .— Pero eso no te hace menos que nadie, más aun si sabes lo bien que ella te hace. Bebes menos, te alimentas mejor y hasta demonios… te he visto hacer tus tareas.
—¿Extrañas el olor a Doritos en el departamento eh?
—No, estoy seguro que tus calcetines son los culpables de la peste.
—Es por eso que te tengo a ti, viejo. Tú eres muy bueno aseando la casa y siendo responsable. Debería hacerte mi novia también —insinúa abrazándome.
—Lo siento, pero mi debilidad son las pelirrojas con la edad de tu hermana.
Él me mira arqueando una ceja.
—Jamás olvidarás tu amor platónico por Abby ¿verdad?
—El bombón siempre será mi primer amor, además soy un Fox. Solo debería esperar mi turno hasta que se aburra de mi hermano.
—¡Bien señoritas la hora del té ya se terminó! —grita el entrenador.
—Tienes mi bendición.
—Como si la necesitara, Aarón me ama y Edén sabe que soy un buen chico. Tengo esa guerra ganada —refuto riendo para ponernos de pie tras chocar el puño.
***
Tras recibir varias llamadas de Valeska las cuales he ignorado, decido ir a casa e ir al departamento de Becca la cual me anuncia por un mensaje de texto que me espera con una sorpresa. Emocionado subo a mi auto y me dirijo pensando en ella.
Fue algo difícil para Valeska comprender que ya no la dejaría usarme para aliviar sus problemas. Tras ser despedida de su cargo le ofrecí mi ayuda como un viejo amigo, dejándole en claro mi reciente relación con Becca. Sabía que tenía culpa en el asunto del alumno liado con la maestra, estaba agradecido por el silencio de Barner, pero entendía que si quería tranquilidad en mi vida debía asumir las consecuencias y eso lo decidiría un consejo designado por la universidad quienes determinarían mi suspensión o expulsión. Al menos eso me había informado el rector Robbins. Suponía que las insistentes llamadas de Valeska eran debido a que ya se había enterado del asunto.
Ya en el ascensor llamo a Becca, pero no contesta. Presiono el número de su piso, las puertas se abren luego de segundos y me paro junto a su puerta, jugando con el tirante de mi mochila. Decido llamarla de nuevo, sigo sin obtener respuesta. La piel se me eriza y me pongo en alerta cuando escucho unos sollozos provenir desde adentro. Giro el mango de la puerta y este se abre sin problema haciendo más latente mi presentimiento.
Entro con cuidado y todo está oscuro. Hasta que la luz se prende de pronto y siento algo apuntando mi cabeza.
—Al fin apareces amor —susurra la voz de Valeska —. Sus lloriqueos me tienen harta.
Mis ojos se concentran en Becca quien está sentada sobre un sofá. Su cuerpo tiembla por el arma con el que le apunta la loca a su lado. Lo que me hace maldecir y preguntarme… ¿Quién carajo me está apuntando a mí?
Nota de la autora:
D: *música de suspenso*
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La excepción en mi plan T ©[Plan #2] ✔
Teen FictionTyler y Theo son los reyes de las fiestas en la universidad a la que asisten. Populares, carismáticos y sexis son como los describen las chicas. Las cosas se pondrán de cabeza cuando las hermanas Rydel se crucen en su camino y les demuestren que no...