13. Visita inesperada

627 93 23
                                    

Tyler

Fallon era buena, demasiado buena. Sus habilidades en futbol patearon mi trasero, pero yo era competitivo y no me gustaba perder. Corrí detrás de ella, esto se había convertido en una guerra por el balón.

Llegué hasta el arco y extendí mis brazos, la instigué con una de mis manos haciendo el ademán de ¨ven¨. Los demás habían corrido detrás de nosotros para observar el espectáculo que la pelirroja y yo estábamos montando.

Fallon respiró profundo y colocó su pie junto al balón, preparé mi cuerpo para recibir el impacto a pesar de que yo era delantero. Tomó vuelo y pateó la pelota. Salté con las manos estiradas intentando atraparlo en el aire, pero esta rebotó en una esquina de del arco regresando hacia Fallon quien no perdió el tiempo en darle un cabezazo y anotar así un gol mientras yo estaba tendido en el suelo.

Las chicas gritaron en victoria y corrieron a abrazarla, para celebrar.

—Creo que anotó el gol con tus pelotas, amigo —me dijo Theo extendiéndome la mano la cual tomé para incorporarme.

Aplaudí acercándome a la pelirroja: —Bien hecho, pichoncito. Serás la nueva Lionel Messi —la halagué.

—Podrás verme desde la banca.

Le di una media sonrisa. La entrenadora de las chicas dio un pitazo y todas salieron corriendo. Nuestro entrenador se había ido a una reunión. Una rubia me miró y me hizo la señal de llámame. Le di un vistazo a su trasero y esperaba acordarme de buscarla más tarde.

—¿Nueva chica? —preguntó Theo.

—Tal vez —dije ladinamente mirando ahora a Fallon.

—No creo que tengas oportunidad con ella. Te odia.

—Del odio al sexo, solo hay un paso, hermano —él asintió y me fijé en la marca que tenía en el cuello —. Me dirás con quién te echaste un acostón rápido antes del entrenamiento.

Él pasó saliva y evitó mi mirada. Colocó su brazo en su cuello. Solo hacía eso cuando estaba nervioso.

—Theo, no me digas que...—sus gestos lo delataban —. Mierda ¿volviste a acostarte con Valeska? —indagué en voz baja.

—Sí, pero fue la última vez. Lo juro.

—Nos costó robarnos su celular y devolverlo sin que lo notara, para borrar el video en el que salen teniendo sexo. Ahora me dices que te acostaste con ella ¿de nuevo? —pasé la mano por mi rostro.

—Vamos viejo, solo le di lo que quería. Soy estúpido lo sé, pero no pude evitar pensar con mi pene.

—Ella no va a dejarte ir fácilmente Theo. ¿Recuerdas cómo nos distanciamos cuando nos enteramos que se había besado con los dos? Yo me alejé, pero tú le seguiste el juego. Se encaprichó contigo.

Él tiró de su cabello, frustrado.

—Tienes que dejarle las cosas claras, una mujer encaprichada con tu polla es algo de temer.

—Lo sé, cortaré toda conexión con ella.

Le di un apretón en su hombro y chocamos los puños. No iba a dejar solo a mi mejor amigo en esto. Menos con la manipuladora de Valeska.

El entrenamiento había acabado, Theo se había ido al supermercado por cosas para la glotona de mi hermana mientras que yo hacía tarea. El timbre llamó mi atención y cuando abrí la puerta, mamá apareció frente a ella junto a Fallon cargando unas bolsas.

—Hola mamá —saludé.

—Ty, cariño —besé su mejilla y ella pasó de largo hacia la cocina.

—¿No vas a pasar, pichoncito? —indagué de manera juguetona en voz baja.

—Solo me ofrecí a ayudar a tu mamá con las bolsas en el ascensor.

—¿Cómo sabes que ella es mi madre?

—Porque me comentaba que venía a visitar a su hijo y que tal vez yo debía conocer a su angelito de cabello negro y ojos azules con quien haría una linda pareja —comentó con sarcasmo y mirada burlona.

—Mira Tyler, ella es Fallon tu vecina, vive dos pisos más abajo y se mostró muy amable conmigo. Tal vez ya se conocen —manifestó mamá con esperanza.

Ella deseaba que le presentara a una novia oficial. ¿Por qué hacerlo? Yo era un alma libre y disponible para cualquier chica que quisiera pasar un buen rato conmigo. Mamá quería dárselas de Cupido.

—Descuide señora Donovan, conozco a su hijo —confesó Fallon con una sonrisa.

—Pasa cariño, disculpa el desorden. Por lo visto mi hijo y Theo no limpian muy seguido el departamento.

La pelirroja entró y dejó las bolsas sobre el mesón. Observé el lugar y tenía razón. Había latas de cerveza, fundas de snacks y ropa por el suelo.

—No hemos tenido tiempo mamá, los exámenes se acercan.

—Lo sé, por eso traje todo esto para hacerte jugos llenos de vitamina y que puedas aprobar, Ty.

Sacó remolachas, espinaca, zanahorias y demás ingredientes para los dichosos jugos. Mi cara se frunció al recordar el mal sabor de esas cosas juntas y Fallon no pudo evitar reírse de mí. Theo amaba la vida verde tanto como la carne, pero yo prefería mis fieles Doritos, Coca cola y papas fritas.

—¿Dónde está papá? —inquirí.

—Salió a dar una vuelta con el viejo Retador. Está muy sensible, cree que el perro lo dejará uno de estos días y no quiere separarse de él —confesó con tristeza.

—¿Tiene un perro llamado Retador? —preguntó Fallon.

—En honor a mi cuñado —repliqué orgulloso recordando el día en el que rapté al perro de la calle.

—Dexter solía sacar de quicio a mi esposo, lo retaba siempre cuando salía con mi hija mayor Abigail, así que cuando Tyler trajo al perro a la casa, Aarón no dudó en llamarlo Retador. Llama así al chico y al perro todavía —contó mamá.

Fallon rio para luego seguir platicando con mamá y yo no pude evitar aprovechar el tiempo mirando el pequeño cuerpo de mi vecina. Observé a mamá quien tenía el cabello con algunas hebras plateadas recogido en una coleta. Ya casi bordeaba los cincuenta. Siempre era tan elegante con su vestimenta, debido a que era la fundadora de la academia de música y baile Accordi, donde mi hermana era socia y maestra de danza.

El timbre sonó de pronto y al abrir la puerta Giselle se arrojó a mis brazos y me besó con vehemencia tomándome por sorpresa. Su visita sí que era totalmente inesperada.


Nota de la autora:

D: ¿Adivinan lo que se avecina?

La excepción en mi plan T ©[Plan #2] ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora