27. A tu lado

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¡Sorpresa! Triple actualización :D

Fallon

La clase de bailoterapia fue muy placentera. Hacer las paces con Tyler me traía regocijo y paz mental. Creo que parte de mí extrañaba a ese tonto hasta que pensé en la rubia de hace unas horas mientras estaba arriba del sube y baja, por la cual evité preguntar.

Sí, muy infantiles tal vez, pero quería sentarme luego de bailar tanto y a Tyler le pareció una genial idea sentarnos aquí. Mi cansado trasero lo vio como una buena opción.

—Te mueves muy bien, pichoncito.

—Tomé clases de baile hace tiempo. Tú no lo haces nada mal tampoco.

—Está en mis genes, a mis padres les gusta bailar.

—Eso es genial.

—Solo mi hermana mayor es la torpe —manifestó riendo.

—Debe ser un ángel si te soporta.

—Es la princesa de la casa y va a casarse pronto con el hermano de Theo.

—Vaya eso no me lo esperaba.

—Bailaste con él aquella noche de nuestro trato.

Abrí mi boca con sorpresa.

—Espera ¿hablas del sexy tipo tatuado en pijama que apareció en la fiesta?

—Sí, él es mi cuñado.

—Que vergüenza, ahora creerá que estoy loca por tomarlo como mi pareja.

Él volvió a reír.

—Es un gran tipo, lo conozco desde que yo tenía once años. Papá me puso a cargo de vigilarlo a él y a mi hermana.

—Así que tu padre es celoso. Es normal. Me hubiera encantado que el mío me hubiera prestado atención siquiera —admití viendo las estrellas.

—¿Cuál es tu historia pichoncito?

—¿Cuál es la tuya vecino odioso?

—Secuestrado de bebé junto a mi hermana por una niñera loca enamorada de papá. Hijo de un padre escritor dueño de una cafetería y una madre con una prestigiosa academia de música y baile. Tipo sexy, algo arrogante, con mal carácter a veces, amante de los doritos, las sodas y el porno.

Abrí mis ojos con sorpresa mientras él me miraba sugestivamente.

—Así que esos son tus gustos —manifesté risueña. No quería preguntar por el secuestro, parecía un tema algo delicado.

—Añádele a eso una atractiva pelirroja de ojos grises.

Pasé saliva y evité mirarlo.

—Creo que es mejor regresar —dije y él suspiró para luego levantarse lentamente y así yo pudiera bajar.

—La noche aún es joven, Fallon.

—Y mi tarea muy larga.

—La tarea puede esperar un poco más, ven conmigo pichoncito.

—¿A dónde vamos?

—A refugiarnos de la lluvia.

Miré a las nubes que empezaban a cubrir el cielo anunciando la posible lluvia. Tomé su mano y me dejé guiar. Esperaba hacer lo correcto al seguirlo.

Luego de una caminata admirando a la ciudad de noche llegamos hasta un edificio cuyas paredes eran de cristal transparente. Estaba situado en medio de un parque donde habían pocas personas rondando.

Entramos al edificio y luego al ascensor. Admiré la vista la cual se volvía más grandiosa entre más subíamos. Al llegar al último piso salimos y no pude evitar correr hacia los cristales para observar mejor a la ciudad. Las luces de Shellfield brillaban en la intensidad de la noche.

—Puedo ver todo desde aquí.

—Sabía que te encantaría —manifestó Tyler metiendo sus manos en el pantalón mirando a través del cristal.

—Muchas gracias por traerme.

—Cuando era niño me encantaba venir aquí y juraba que algún día traería a una chica linda —me miró de soslayo.

—Lástima que fuera yo —dije con una sonrisa triste alzando mis hombros.

Él frunció ligeramente su ceño y se acercó hasta tomarme de la cintura.

—Fallon eres preciosa, en todos los sentidos posibles.

—No hubieras opinado lo mismo si me hubieras conocido hace años —confesé en voz baja.

—¿Por qué piensas eso?

Sentí mis ojos picar por las ganas repentinas de llorar.

—No voy a obligarte a contarme algo si te duele, pichoncito.

—Yo era una niña gorda, Tyler. Mi vida fue un completo inferno. Fui la burla de mi instituto, la vergüenza de mi madre y la desgracia para mi primer novio a quien golpearon por mi culpa hasta casi matarlo —me expusé finalmente luego de respirar profundamente.

Sentí los brazos de Tyler rodearme mientras sollozaba, su olor masculino me tranquilizó durante minutos mientras él acariciaba mi espalda.

—Maldigo a los hijos de puta que se metieron contigo. Los maldigo por tener esa mierda de estereotipos en la cabeza y hacer un infierno tu vida. La belleza física se acaba Fallon, se marchita. Créeme que no hay nada más bello que saber amarse uno mismo. Se que es difícil, que hay días en los que probablemente maldices el espejo y quisieras ser otra persona, pero cuando descubres que sin todos esos defectos no serías tu mismo, es cuando te das cuenta de que el exterior es solo un cascarón, un disfraz y que debes lucirlo con estilo. Tu esencia como persona y lo que le transmites al mundo es lo que más importa. No vivas pensando en tus defectos, concéntrate en como sacarle el jugo a tus virtudes.

Mis lágrimas salían silenciosamente, sus palabras me llenaban de ánimo y tal vez era lo que necesitaba oír hace tiempo.

—La vida te arrojará palabras crueles y palabras llenas de ánimo, asegúrate de recordar las correctas, pichoncito.

Lo abracé con todas mis fuerzas para seguir llorando hasta calmarme.

—Yo también pasé por eso, mientras crecía me llené de inseguridades, pero tuve a las personas correctas a mi lado enseñándome el amor propio. Deja que yo sea una de ellas para ti Fallon... déjame estar a tu lado. Vamos a paterle el culo al mundo, juntos.

Limpió mis lágrimas y acarició mi cabello. Su celular sonó de pronto antes de darle una respuesta.

—¿Theo? No te escucho bien, hermano.

Tras segundos de hablar con su amigo vi como pasó saliva y me miró preocupado.

—¿Qué sucede? —indagué.

—Tu sobrino desapareció.

Nota de la autora:

Tyler puede ser lindo también ;)

¿Dónde está Dylan? D:

La excepción en mi plan T ©[Plan #2] ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora