17. Muñeco

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Tyler

Fallon simplemente me había mirado con pesar y se había ido a su departamento en el ascensor. No hice nada para detenerla, no tenía motivos tampoco o eso quería grabarme en la mente. Sí, ella me atraía, era innegable. Me ponía duro, era inevitable y quería follar con ella hasta que se cansara de repetir mi nombre en alto, pero al mismo tiempo quería abrazarla y cuidarla.

Sacudí mi cabeza ante las cursilerías que se me estaban atravesando en la mente. Pasé mis manos por mi rostro y me levanté a mirar que preparaba mamá, la cual no me miraba bien por lo ocurrido con Giselle. Esperaba que lo que fuera que le hubiera pasado a esa chica por esa alocada cabeza se le quitara lo más rápido posible. Yo no era alguien que soportara los dramas del amor. Si ella no entendía eso era hora de terminar con nuestros encuentros. Tampoco me gustó la manera en la que había tratado a Fallon. No quería ser un idiota con lo que sea que Gis estuviera sintiendo. Tal vez solo era una chica confundida y ya.

Mamá se hallaba frente a la estufa revolviendo algo en un sartén mientras conversaba con Theo quien había llegado hace poco y se había sentado junto al mesón. Mi mejor amigo me vio y negó al saber las intenciones que tenía al caminar despacio hacia mamá por detrás de ella.

—Me alegra mucho que te vaya muy bien en tus clases, Theo. Espero que también ya hayas conseguido una pareja para la boda de Dexter y Ab... —dijo mi madre hasta que corté sus palabras.

Le di un sonoro beso en uno de sus oídos. Sabía que la había asustado y que le molestaba que hiciera eso.

—¡Tyler! —exclamó apretando la cuchara en su mano y yo me senté junto a Theo quien reprimía una risa.

—¿Acaso un hijo no puede darle amor a su madre? —indagué con inocencia fingida.

Ella solo me miró pidiéndole paciencia al cielo. Nos sirvió de su exquisita comida y no dejaba de mirarme llena de preguntas. Podía adivinar lo que pensaba.

—Mamá estaré bien, Giselle estará bien. Fui claro con ella.

—Eso espero cariño, por favor no juegues con los sentimientos de las chicas y trae a alguien decente para la boda —solicitó apretando mi mano sobre el mesón.

—Descuide señora Donovan, Tyler es un puto responsable —alegó Theo guiñándole un ojo y ella no pudo evitar reír.

—¿No querrás decir somos unos putos responsables, señor de los tríos? —incité.

Mamá empezó a atorarse de pronto y me levanté por un poco de agua.

—Carajo, disculpe la bocota de Tyler, señora Edén —se disculpó mi mejor amigo mientras yo aguantaba la risa.

—Creo que tienen una vida sexual muy activa chicos, por favor ya no lo comenten mientras siga aquí. Tan solo espero que recuerden todo sobre....

—Sobre sexo, descuida mamá, el porno nos ayuda mucho —solté como si nada y de nuevo comenzó a toser.

—¡Cállate Tyler! —exclamó Theo sonrojado por la vergüenza.

Sabía que mamá pensaba que él era el más angelical de los dos. Luego de que ella se recuperó, se marchó dándonos antes una charla sexual completa a pesar de ser mayores de edad. Charla que ya habíamos recibido de papá y de Dexter, a su estilo, claro está.

—Tyler, ya vuelvo iré por azúcar —informó Theo —. Se agotó y quería prepararle algo al bombón glotón de Abby y entregárselo antes de la fiesta de esta noche.

—¿Hay una fiesta esta noche? —indagué encendiendo el televisor para jugar un instante.

—Sí, al parecer a uno de los chicos de mi clase de escultura le apeteció hacer una antes de que llegue el fin de semana. Ya que alguien se le ocurrió hacer un trato con nuestra vecina según me enteré.

—Ella aceptó, después de todo soy un caballero, Theo. Hay que concederle lo que la dama pide. Cero fiestas por un mes.

—Y a cambio saldrás con ella —dijo analizando mis palabras y viendo mi expresión de maldad —. Estás pensando en llevarla a la fiesta —agregó leyendo mis pensamientos.

—Tiene que venir o la fiesta se trasladará aquí —zanjé.

Theo me sonrió y tomó una taza de la cocina. Lo cual se me hizo raro.

—¿Irás a comprar azúcar con una taza?

—¿Quién dijo que la compraría? —indagó con una media sonrisa.

Analicé sus palabras por instante hasta que entendí lo que haría.

—Los encantos Fox de putiTheo en acción. Ve por ella tigre ya te alcanzo —lo animé y me sacó su dedo medio para dejarme solo.

El pichoncito tendría que venir a la fiesta conmigo o lidiar con el ruido de esta noche aquí mismo.

¿Cómo se verá en un vestido?

La pregunta no dejó de darme vueltas en la cabeza y al recordar como lucía en el vestidor de chicas y lo que mi miembro sintió cuando la tuve en mis piernas, no pude evitar poner una película de esas que me acompañaban en mi soledad. Minutos después yo ya estaba jugando a ¨acaricia el muñeco¨ sobre el sofá, pensando solamente en Fallon.


Nota de la autora:

Aigh como crecen mis niños :3

La excepción en mi plan T ©[Plan #2] ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora