31. Treinta segundos

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Fallon

No dejaba de pensar en lo sucedido mientras veía una película en la sala con Becca. Ver a Cody me había dejado sin habla y todo un pasado agotador me volvió de golpe a la memoria en ese instante. Al pronunciar su nombre podía ver en el rostro de Tyler como se preguntaba por el intruso en nuestro momento.

—¿Estás bien? —indagó preocupado y ante mi silencio supuso que él formaba parte de aquellos que me molestaban en el instituto.

Solo asentí esperando que me creyera, pero por sus gestos parecía no hacerlo. Besó mi frente y dijo que no le importaba abandonar el partido si yo lo necesitaba. Se retiró, no sin antes amenazar a Cody diciendo : —No se quien eres, pero te juro que si la haces llorar, no dudaré en partirte la cara.

Cody no se inmutó para nada y solo esperó que se fuera para acercarse a mí. Ya era suficiente con ser el centro de atención en la kiss cam como para seguirlo siendo con mi ex, ante la mirada de todas aquellas que babeaban por Tyler, en especial Giselle.

—Vete —musité.

—Fallon, sabes que necesitamos hablar.

—No tengo nada que decir.

—Pero yo sí. Necesito que me escuches, te he estado buscando y…

—No quiero oírte. Por favor vete —musité con la voz quebrada hasta que decidió dejarme en paz.

Miré a Becca y parecía más distraída  que yo.
—¿Sucede algo hermana? —indagué acurrucándome a su lado.

—Creía que solo Dylan hacía eso cuando quiere mi atención —musitó con una sonrisa y acariciando mi cabello.

—No evadas mi pregunta —ella suspiró —. Vi las entradas al teatro que trajiste al partido de futbol. Me sorprendió verte ahí, algo me dice que la invitación no era para mí.

—Mi jefa me las obsequió. Su esposo enfermó y no quiso que las entradas se desperdiciaran. Bruce vio todo ya que cuidamos de su sobrino en Crayola y me convenció de invitar a Theo ya que dijo que el ama todo lo relacionado al arte. Creí que era una buena idea ya que lo del circo nos dejó un mal sabor de boca —manifestó con voz triste, seguramente pensando en Dylan.

—Fue un accidente, Becca.

—Pasó por mi culpa… —comienza a sollozar, la abrazo.

—Shh, tranquila. Ya no pensemos en eso, Dylan está bien. Está a salvo.

Ella asiente y yo beso su mejilla. 

—¿Theo te gusta verdad? —indago.

—Es un buen chico, Fal. Un gran vecino, un encantador amigo y…

Yo trato de suprimir una sonrisa mientras ella se sonroja, pensando en quien sabe que. La veo removerse en su asiento y acomodar su cabello. ¿Acaso ella…?

—¿Te acostaste con él? —deduzco dando un brinco del sillón para luego volver a sentarme. Mi hermana no me mira —. ¡Follaste con uno de nuestros vecinos! —exclamo y Becca me pide hacer silencio.

—Despertarás a Dylan.

—Oh, santo cielo. Tienes que contármelo todo.

Becca me cuenta todo luego de una guerra de cosquillas por sacarle la verdad. Terminando con: —No volverá a suceder. Él tiene una carrera por terminar y chicas que follar antes de terminar saliendo con una mamá soltera, que no le importa nada más que su familia.

La miro con compresión, pues al igual que yo, no quiere volver a ser lastimada.

***

Me encuentro en el supermercado con el listado que me dio Becca. Siempre procuro elegir alimentos que no contengan muchos carbohidratos ni grasas. De pronto veo una cabellera negra conocida.

La excepción en mi plan T ©[Plan #2] ✔ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora