Jump Shot | Libro II

006: Jennifer para los que no son allegados

—¿Y que fue lo qué pasó entonces? ¿Ninguno piensa hablar?

Ninguno dijo nada y tampoco nos movimos. Vi como Jonathan se puso de pie y se acercó a la puerta.

La cerró de un portazo.

—¡¿Se puede saber que cojones estaban pensando?! ¡Malditos sean ustedes y los que los engendraron! ¿Si saben que ahora tengo que llamar a los padres de este niño...? ¿Como se llamaba? Ah si, ¡Montgomery!
¡Podrían ir a la cárcel!

—Se lo merecía —escupió Michelle sin siquiera algo de remordimiento.

—¿Que se lo merecía? Bueno, ¡Si me dijeran que diablos pasó entendería porque se lo merece! —bramó estampando su mano en el escritorio. Kansas suspiro con pesadez.

—Jonathan nosotros...

—¡Nosotros nada! ¡Exijo explicaciones y es ahora!

—Estoy embarazada —soltó Michelle viéndolo, la expresión de Jonathan cambio por completo—. Monty es el padre.

—Ya, ¿Qué tiene que ver eso con el autucho ese?

—No ha sabido aún la parte importante, Jonathan.

—¿Y esa es? —inquirió el desconfiado.

—Stevens embarazo a mi hermana por una apuesta estúpida con sus amigos. Y ahora como podrá imaginar, no quiere hacerse cargo del mocoso —respondió simple Jake.

—¡¿Qué?! —la cara de el director era un verdadero retrato. Podrías mirarlo por horas y saber que, a este tipo le habían dicho algo que lo cabreó—. Hijo de su...

—Es normal que yo haya reaccionado así y lo sabe —señaló el mapache humano que aún tenía rastros de color negro en sus ojos.

—Lo sé, mi hija hubiera hecho lo mismo que tú —rio el pasándose una mano por el cabello—. Este tipo de acciones requieren medidas drásticas, chicos.

—¿Va a ponerlo a limpiar los baños? Dígame que si, en el baño de los pisos de arriba hay un desastre que da náuseas —soltó Megan viéndolo. El negó.

—¿Lo vas a expulsar de la escuela? Eso sería genial —sonrió Kansas.

—Juro por amor a Dios que si tu hermano hubiese sido la mitad de inteligente que tú lo hubiera besado —río el director viéndola—, No pienso expulsarlo de la escuela. No hay que ser muy listo para saber que Stevens odia las clases de aquí. Pero, hay algo que va a dolerle más que ver su lindo carro así.

—Creo que me gusta por donde va esto —sonrió con malicia Michelle.

—El equipo de baloncesto.

—¡Bingo! Va a lamentarse toda su vida por haberte hecho eso niña —le hablo a Michelle—. Lamentablemente aún tengo que hablar con sus padres por lo de el auto pero sólo si hacemos un buen plan.

Parpadeé sorprendido. La figura de autoridad de la escuela, el que básicamente debería mandar a todos a tomar por culo, los apoyaba como si fueran sus...

—Hijo, tenemos que encargarnos de que Michelle parezca muy muy triste por esto —señaló Jonathan viendo a Jake. El solo sonrió y le dio una mirada a Michelle quien después de sonreír cínica comenzó a llorar sin consuelo. 

Nuevamente, parpadeé sorprendido.

Ni las actrices profesionales de mi academia lograban llorar así.

—Ahora, llamaré a los padres de él idiota ese y cuando vengan aquí les explicaré la situación. Seguro que ni saben que tú estás en cinta, ese bastardo tendrá muchísimos problemas hoy.