—¡Empate, damas y caballeros!
Todos comenzaron a abuchear, yo miré confundido a Zack quien sonreía feliz.
—¿Un empate? —le pregunto Malcom.
—Sip, un empate. Es la primera vez que veo algo así con el equipo —comentó haciendo que Bryce rodará los ojos.
—No es para tanto.
—Jamás habíamos tenido un empate —murmuró Bryce dejándose caer al lado de Dorian quien de manera disimulada se alejó un poco del sudoroso hombre.
—Aceptémoslo, fue un empate —dijo Zack sentándose a mi lado.
Yo estaba con la mirada en el suelo, pensando en cómo podríamos desempatar el juego y...
—Podríamos hacer un tiro de tres.
Y todos me miraron expectantes.
—¿Un tiro de tres? —repitió Jonathan. Asentí.
—Eso es sencillo es...
—De espaldas —añadí.
—¿Estas demente? —cuestionó Dorian a mi lado, lo ignoré.
—Si, un tiro de tres. De espaldas. Sería el desempate Perfecto.
—¿Te crees capaz de hacer algo así? —refutó Ashton.
—Si.
—Bien, hagámoslo —aceptó Bryce, todos le miraron confundidos—, Ashton, encárgate tú.
—¿Y yo por qué?
—Porque Lightwood te enseño a hacerlo.
—¡Suficiente! Vayan al canasto y hagan los jodidos tiros y salgamos de esto. Tengo hambre y mi estómago me pide pasta —gruñó Jonathan de brazos cruzados.
Ashton y yo nos acercamos al canasto. Le di la oportunidad de hacerlo primero. Vi como de espaldas a él, su cuerpo se tensaba y rebotaba un par de veces el balón en el suelo.
Y entonces, puso las piernas de la misma manera que Aarón me mostró a mí. Y levantó la mano, lanzando el balón con seguridad.
Casi caía en el canasto, y entonces, dio dos vueltas en la malla y no entró.
—¡No puede ser! —bramó molesto Liam.
—Azlo, Lightwood.
Y sin más yo camine al mismo lugar. Tome el balón y me puse de espaldas. Tras tomar un poco de aire rebote el balón un par de veces y suspiré.
Espalda recta, mirada adelante, pies en pocision.
Inclínate un poco.
Mira a tu contrincante a los ojos.
Muéstrale que no le tienes miedo.
Mis ojos conectaron con los de Bryce, quien me miraba con el ceño muy fruncido.
Lanza.
Mi mirada no abandonó la de Bryce mientras que el balón giraba en el aire y entonces...
Escuche el sonido de la red siendo atravesada y finalmente el balón cayendo al suelo.
La mandíbula de Bryce se tensó cuando todos los chicos celebraron.
—Típico de un Lightwood —fue lo único que dijo alejándose de allí con el demás grupo siguiéndole.
—¿Entrenador? —pregunte buscando aprobación. El entrenador asintió y vi como Jonathan sin decir nada, se alejaba con sus chicos.
—No te lo tomes personal, Jonathan es un tipo de pocas palabras.
—Claro, más cuando se trata de mí —murmuré en mis adentros.
—¿Ya se van todos? —dijo una voz en la entrada. Todos nos giramos viendo al chico de ojos verdes y pelo castaño claro que venía acompañado de Jenna.
Miré a Jenna recordando el comentario anterior de Amara, apreté los labios. Debía hablar con ella sobre eso.
—¿Tu quien eres? —preguntó Swayer ya cansado. Dorian se carcajeo por la actitud del flacucho.
—Jaden Ackerman, el hermano de Bryce. Pensé que estaría aquí —explicó.
—Se fue de aquí hace dos minutos —dijo Malcom—, Soy Malcom Crawford. Ellos son Ryan, Monty, Rick, Dorian, Garret, Cassian —tomó aire señalando a cada uno—, El flacucho de allá que te mira con el ceño fruncido es Swayer, y Marco que siempre tiene cara de culo.
Yo lo miré como si estuviese jugándome una mala broma y el de carcajeo avergonzado.
—Ah si claro... Y nuestra nueva adquisición, Cameron.
Jaden sonrió y sin decir nada más asintió. Jenna de acercó a donde yo estaba mientras Jaden hablaba con Marco.
—¿Estas bien?
—¿Lo dices por la manera en que me fui cuando mencionaron al desgraciado de tu hermano? —soltó—, Soy sensible al tema. Pero puedo manejarlo. Relájate príncipe, no necesito que me rescaten.
—Solo me aseguraba de que estuvieses bien.
—Gracias por eso, Cameron.
Y entonces divisé a Amara yéndose de la cancha. Cosa que me hizo fruncir el ceño.
—Vete a por ella. Debe estar enojada.
—¿Enojada? —la miré con extrañeza, ella asintió sonriéndome.
—Amara es muy celosa, estoy muy segura de que esta molesta por la manera en que estábamos hablando.
Y yo rebusqué una razón coherente para que se pusiese celosa por mi charla con Jenna. Pero no, no había nada.
—¿Celosa? —ella asintió.
—Ve y no preguntes más.
Y yo corrí tras ella. Pase los pasillos de los lockers y los vestidores pero ni siquiera la encontré allí. Seguí recorriendo los pasillos hasta que vi una mecha de pelo rubia por el corredor y entendí que era ella. Corrí tras ella y cuando finalmente la vi con claridad le llame.
—¡Amara!
Y ella se giró viéndome con el entrecejo fruncido.
—¿Qué?
Y sonó tan cortante que a penas y pude reaccionar.
—¿Qué te pasa?
—¿Qué qué me pasa?
—Ajá, eso dije. ¿Qué tienes?
—Nada.
—He entendido a lo largo del tiempo que nada es todo. Así que... ¿Qué te pasa?
—Que no me pasa nada —bufo cruzándose de brazos.
—¿Te pusiste así por Jenna?
—¡No!
—¿Estas celosa de Jenna?
—¡No!
—¡¿Y entonces que diablos te pasa?!
—¡Que no me pasa nada maldita sea!
Pero su ceño fruncido decía lo contrario así que, decidí jugar mi otra carta.
—Si no estás celosa entonces, ¿Puedo besarte?
—No.
—¡Vez que si te pasa algo!
—¿Y como quieres que este si estabas hablando tan animado con ella y sonriéndose de esa manera? ¡Es obvio que estoy celosa si ella actúa así alrededor tuyo y...
Pero todo lo que decía iba muy rápido y me tenía muy confundida. Así que, hice lo que mi hermano hubiera hecho en este momento.
La besé.
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Jump Shot | Libro II
Novela JuvenilAltanero, confiado, sarcástico, atlético... Todos y cada uno de esos son las características responsables de describir a Cameron Lightwood. Al igual que su hermano mayor, es un gran atleta y el capitán del equipo de baloncesto. Pero, hay una gran...