Capítulo veintiséis: Aquella generación
Sorpresa por los 100k en TPS.
SEGUNDA PARTEJenna.
Los jugadores salieron con rudeza de los vestidores, sonriendo y viendo al público con ánimos. Jonathan desde el podio sonreía, viendo a aquellos chicos que había casi criado ganarse el cariño de las personas que los veían desde las gradas. El entrenador sonreía al verlos, pero solo sostenía una carpeta en caso de que todo se saliera de control y Jonathan no interviniera, cosa que era imposible.
Desde que la primera generación de Pumas había entrado a la secundaria se convirtieron en los hijos que Jonathan siempre quiso. Y sé que siendo su hijastra tengo un titulo mayor, pero eso no le resta que ellos. Sean de importancia para él. recuerdo muy bien como en la graduación rompió en llanto al ver a sus jugadores recibir sus diplomas, listos para iniciar una vida lejos de él.
Creí que tener a los chicos en este partido le alegraría, que vería la grandiosa familia que había creado reunirse para uno de los partidos más importantes de la liga. Eso le haría feliz, le llenaría de orgullo saber que sus pumas seguían teniendo cariño hacia la secundaria y aún más importante: hacia el equipo.
Por eso, me encargué de dar el discurso de inicio al partido.
Me aclaré la garganta, viendo hacia todos los espectadores que habían delante de mí.
—Damas y caballeros —comencé, sonriente—, Estudiantes y profesores. Hoy estamos aquí para uno de los enfrentamientos más importantes de la liga de baloncesto juvenil. Nuestros talentosos Pumas se enfrentarán con los Tigers de Blackwood High... ¿Están listos para verlo?
La multitud aplaudió y gritó, vitoreando a los jugadores. Los chicos estaban igual o más animados que ellos, listos para jugar. Cameron entre ellos estaba más sonriente que nunca, destellándole aquel brillo que siempre me recordó a su hermano.
—Pero, no podemos darle inicio a este partido sin contar lo qué hay detrás. Y es que, todos sabemos que la West High siempre ha tenido rivalidad con Blackwood. Siempre demostramos esa rivalidad en la cancha y damos lo mejor de nosotros en ella. Y así lo hicieron ellos, años atrás, de la misma manera en la que están por hacerlo la nueva generación.
Todos empezaron a mirarse confundidos, los murmullos no tardaron en llegar. Jonathan fue el primero en hacer contacto visual conmigo, preguntándome con la mirada de que hablaba. Sonreí, bajando la mirada y relamiendo mis labios.
—Ellos jugaron contra Blackwood en repetidas ocasiones, fueron parte de ese espíritu deportivo que amamos, y así como estos chicos... También fueron pumas, y lo siguen siendo de corazón. ¡Un aplauso para la primera generación de Pumas de la West High!
Los chicos salieron de la parte trasera de los vestidores, vistiendo sus camisetas del equipo, sonrientes y orgullosos. Bryce venía a la cabeza, como en los viejos tiempos, guiándolos a todos. Los gemelos, Jack y Mike lo seguían. Detrás de estos venían Blake y Matt sonriéndole a las personas, que habían empezado a gritar a plena boca por la sorpresa y a aplaudir en euforia. Liam y Luke estaban atrás, junto a Ashton quien veía a todos con seriedad, no sin antes guiñarme un ojo al estar detrás de mi en el podio. Los aplausos se calmaron un poco, mientras que Jonathan parecía no poder creerse lo que estaba viendo.
—Una vez eres un puma, jamás dejas de serlo. Eso es lo que estos jugadores han demostrado a lo largo de sus vidas, y es por eso, que hoy nos acompañan a ver este partido tan importante. Sin duda, la generación nueva tiene mucho que dar y estoy más que segura que...
—¡Olvidaron un jugador!
Todos los pares de ojos legaron a la dueña de aquel grito. Que había captado la atención de todos al interrumpirme. Amara estaba de pie, sobre uno de los asientos de las gradas, mirándome directamente.
—El jugadores estrella, quién hacía que el equipo funcionase. Él fue siempre muy importante y merece su propio reconocimiento ante todos.
Tensé la mandíbula, sabiendo on exactitud de quién hablaba. Sentí las manos de Ashton tomándome por la cintura, sosteniéndome.
—Ese jugador del que hablas sí fue uno muy importante. Fue el responsable de mantener al equipo en la dirección correcta e inclusive ayudó más de lo que cualquiera hubiera creído. Tiene todo el derecho del mundo en recibir un reconocimiento —espeté—, Pero lamentablemente dejó su equipo aquí cuando se fue a cumplir su sueño.
Amara iba a rechistar, estaba más que lista para eso. Yo no sabía porque había decidido hacer eso. Tampoco entendía la cantidad de sudor que estaba comenzando a escurrirse por mi espalda, debajo de mis pechos y a posarse sobre mis labios. Lo que sabía, es que estaba empezando a sudar en frío, allí delante de todos.
—Él ya regresó donde su equipo, así que no hay motivo para decir que ya no es un puma.
Aquella voz...
Aquella maldita voz resonó en la cancha completa, creando un silencio perturbador y tenso. La multitud de personas estaba en silencio. Buscando al responsable de aquellas palabras.
Unos pasos empezaron a resonar por el suelo de la cancha, y allí, delante de todos...
Aarón Lightwood hacía presencia.
Sus usuales ojos azules brillaban bajo la luz de las lámparas. Vestía su jersey de jugador, y sobre esta, una chaqueta de cuero color negra. Se veía casi igual a como le recordaba, solo que ahora su complexión era más robusta, fuerte y ancha. Caminaba con seguridad, con ese egocentrismo que siempre lo caracterizó. Sus jeans rasgados y sus tenis de marca fueron la sensación, y tras unos pasos más, llegó hasta el podio donde yo casi me desmayo al tenerlo frente a mí.
—Gracias por cuidar de mi equipo mientras no estuve.
Pensé que aquellas palabras eran para mí, pero entonces aquel agarre en mi cintura se intensificó, y vi como Ashton daba un asentimiento y apartaba la mirada, tenso.
Aquellos ojos color océano conectaron con los míos, congelándome la piel.
—¿Me extrañaste, Sunshine?
Los aplausos y gritos que provinieron de la multitud me aturdieron. Me volteé, viendo como todos gritaban y sonreían por verlo ahí.
Después de tantos años...
—¡Disfruten de los himnos nacionales por la banda escolar mientras los jugadores se preparan para asaltar la cancha! ¡Soy Zack Ackerman, su comentarista retirado y el comentarista que estará acompañándolos en este juego!
Eso fue suficiente para mí. Me volteé, corriendo directo a los vestidores, huyéndole a la gran cantidad de chicos que me seguían. Mi corazón palpitaba con fuerza, mientras que yo solo pensaba en cómo salir de allí.
ESTÁS LEYENDO
Jump Shot | Libro II
Roman pour AdolescentsAltanero, confiado, sarcástico, atlético... Todos y cada uno de esos son las características responsables de describir a Cameron Lightwood. Al igual que su hermano mayor, es un gran atleta y el capitán del equipo de baloncesto. Pero, hay una gran...