Capítulo 15

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Capítulo XV
«Lazos»

Los problemas de no dormir se notan cada tantos días, como Hypno suelo obtener el descanso al alimentarme de los sueños de otros, justamente en este lugar se me hace imposible hacer eso y cerrar los ojos por mucho tiempo solo traen a la vida recuerdos innecesarios. Ahora mismo el calor del agua de la ducha no ayudaba, simplemente el tacto relajante amenazaba con hacerme caer dormido en el cubículo de cerámica.

—Vamos Elijah, solo debes aguantar unas horas más. —susurré arrastrado por la somnolencia.

—Psst… Elijah. —una voz rasposa me llamaba.

Al voltear pude ver a Zak, mis ojos intentaban enfocarse en el Sableye, pero era incapaz de lograrlo. Incluso luego de parpadear y frotarme los párpados, seguía sin ver con total claridad al tipo fantasma.

—¿Qué sucede alimaña? —le pregunté mientras cortaba el paso del agua.

—¿Quieres oír chisme? —parece que las cosas se pondrán interesantes.

Rápidamente me coloqué la toalla alrededor del cuerpo y parecía que la energía volvía a mi cuerpo, la información extra siempre es importante.

—Siempre.

Zak señaló con la mano hacia la salida del área de baño, lo seguí mientras daba cortas miradas por si reconocía a alguien. Mientras caminábamos podía notar como mi cuerpo se iba debilitando, habían momentos donde mis ojos se cerraban por varios segundos y dejaba de sentir los brazos.

El tipo fantasma se detuvo cerca de la puerta de entrada, era capaz de oír susurros desde el otro lado. Ambos apoyamos la cara contra la madera y nuestras orejas estaban atentas a la voz, estoy casi seguro que es Pascal quien está hablando por el radio, un murmullo incluso más bajo le respondía entre la leve estática.

—No podremos juntarnos; desde lo sucedido en el sector aumentaron la rutina de los centinelas. —mencionó Pascal.

Hubo una pausa mientras aquel desconocido le respondía.

—Lo sé amor, pero sólo debemos esperar a que las cosas se calmen —el guardia suspiró—. Quizás se rindan y así podremos vernos.

El silencio fue más largo, y un sonido muy leve podía oírse entre la distorsión del aparato, casi podía asegurar que eran quejidos o sollozos.

—Carpenter, te prometo que apenas podamos voy a lograr que nos encontremos —la voz segura de aquel Pokémon se quebró—, yo igual te extraño, te hablo pronto.

Y así pudimos oír el radio descansar en el cinturón de su uniforme, rápidamente Zak y yo nos alejamos de la puerta hacia la zona para cambiarnos. Intentamos movernos discretamente y evitando la mirada del guardia. Comencé a cambiarme, pude escuchar la puerta de entrada abrirse. Al asomarme pude ver al Inteleon con la misma mirada severa de siempre.

—Muy bien reclusos, ya se acerca la hora de moverse. —ordenó mientras revisaba cada esquina de la habitación.

Así que Carpenter es su nombre, puede que sirva como motivación para que Pascal se una al plan de Tommi, es al menos un comienzo. Luego de aquello no hubo más novedades por un rato, nos vestimos, bajamos al comedor y todo parecía normal, lo habitual en cualquier día. Ahora mismo estaba sentando en la mesa de siempre junto al Kadabra, ambos cenando con normalidad.

—Necesitamos ver un modo de motivar a los guardias, algo que los haga pensar sobre la causa. —comentó Tommi mientras paseaba su vista por la mesa.

El de la cuchara revolvía inconscientemente su comida mientras parecía estar más concentrado en sus pensamientos. Yo sonreía mientras lo escuchaba, había podido confirmar lo que Pascal me había comentado hace días y eso serviría para darle los motivos que Tommasi necesita.

El Panóptico: Escombros. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora