– ¿El abismo o la verdad? –
CLAIRE
Kass sonrió y me enseño un juego de llaves que tenía en las manos.
−No me digas que...
−Mientras la vieja loca nos estaba disparando, aproveché y le saqué las llaves de su casa −hizo una pausa. Miró a su izquierda y luego me lanzó las llaves.
Fruncí el ceño. No comprendía a lo que quería llegar con esa expresión.
−¿Y qué haremos con esta llaves? ¿Entrar en su casa y obligarla a que nos diga que sabe? −pregunté recostándome hacía atrás.
−Ese es el punto... esa no es su verdadera casa. Si ves bien cada llave tiene algo escrito −baje mi vista. Tenía razón, el juego de cinco llaves tenían letras escritas sobre ellas −. Si unes esas letras te llevan a un lugar...
Leí con determinación.
−Calle Wosbri 205 −susurré. En ese instante lo comprendí todo.
Esa no era su verdadero hogar, si no que era una casa en medio de nada que la utilizaba para ocultar algo. Algo que estabamos a punto de descubrir.
Tomé mi teléfono y le marqué a los demás para explicarle que había sucedido rato antes. Ellos asintieron y comenzaron su rumbo hacía la calle Wosbri 205, al igual que nosotros.#
−Esta casa no se ve para nada tenebrosa −ironizó Minerva husmeando a su alrededor.
Imité su acción notando que estábamos frente de una gran casa de cuatro pisos, paredes de madera oscura y persianas bajas. Está, quedaba en medio de la nada. Todo a nuestro alrededor eran árboles grandes y secos, un cielo teñido en un azul oscuro que venía acompañado de una sensación de incertidumbre. Caminamos todos juntos hacía la puerta, pero Spencer se adelantó y dio un brinco al tocar la madera.
−¡Carajo! −chilló tomándose la mano −. Esta mierda me quemó.
Todos la miramos con el ceño fruncido viendo una pequeña quemadura que yacía de su mano izquierda. Apoyé un dedo sobre la puerta y de manera inmediata la retire, más que una quemadura sentí como ardía cada célula de mi dedo. Robbins se acercó y abrió la puerta sin problemas con las llaves de Kass.
−La casa esta cubierta por sabia de brujas –fruncí el ceño −. Es para que ninguno de ellos entre −Aclaro.
−¿Ósea que la anciana Voldemort, sabe acerca de nosotros? −preguntó Kol, mirando hacia el interior de la casa.
Spencer rodó los ojos.
−Entra y compruebalo tú mismo.
Kol puso un pie dentro de la casa y retrocedió chillando. Se había quemado y fuerte. Spencer rió y luego se paro frente a la puerta. Ella era bruja del fuego, por lo tanto podía quitar el hechizó de las quemaduras. Apretó con fuerza sus ojos, y en una fracción de segundos éstos cambiaron de un color rojizo que combinaba con el cabello de Minerva.
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Wonderf ©
Mystery / ThrillerEres parte de un juego mental donde muy pocos logran salir con vida. Un juego que pondrá a prueba tu mente y te demostrará que nada es lo que parece. Solo hay una regla: ganar. Claire se muda a Wonderf, un pueblo oscuro y solitario, en donde tendr...