SOMOS MENTIROSOS

30K 3.8K 7.3K
                                    

–Somos mentirosos–

                            –Somos mentirosos–

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CLAIRE

Se podría decir que me he vuelto amanté de la noche, de su cielo estrellado y de la paz que transmite. Curioso, ya que antes me sofocaba.

Wonderf es un pueblo donde la mayor parte es oscuridad, por lo cual no me ha quedado de otra que enamorarme de ella. Ojala pudiera hacer lo mismo con la oscuridad que habita dentro de mí, ojala pudiera amarla tanto como para liberarla.

Mis pies corrían tan fuerte hasta llegar al bosque, me adentré sin pensarlo dos veces. Necesitaba despejar mi cabeza. Mientras mi vestido blanco se sacudía por el viento, y la oscuridad se hacia cada vez más intensa, impulse mi cuerpo a correr con más velocidad. Atravesé como ráfagas los árboles, el cielo estaba repleto de rayos que iluminaban de a ratos el lago. Mi corazón subía y bajaba, mi respiración estaba agitada y mis pies cansados. La noche, el silenció, y viento fueron mi mejor terapia para la confusion de mi cabeza. Corrí y lo hice tan fuerte deseando que todo lo que me atormentaba se vaya. Lo hice tan fuerte que me olvide del frío y de lo que había visto en casa de los Wilson. Pero allí, frente a la lapida de mi madre me detuve en silencio. Respire profundo y me sente abrazando mis rodillas.

−Te he traído tus flores favoritas −las deje a un lado largando una risa ligera −. Recuerdo cuando a la salida del colegió siempre pasabas por la florería comprando la misma petunia, una y otra vez. Dijiste que eso significaba cuanto me amabas −tragué grueso −. Recuerdo cuando dejaste de pasar por allí, cuando ya no hubieron mas petunias, ni risas. Dejaste flores marchitas y un Corazón sin vida, mamá.

El viento sacudía mi cabello de un lado a otro. Me abrasé a mí misma para evitar un poco el frío.

−Estoy luchando por ti −susurré, conteniéndome para no llorar −. Te arrebataron de mi lado cuando más te necesitaba, cuando era solo una niña y ahora estoy sola con un monstruo viviendo bajo mi mismo techo.

Cerré los ojos un momento dejando que mis pulmones se llenarán de aire mientras inhalaba mis propias lágrimas, esas que no dejaba salir. Cuando mis ojos se abrieron una figura vestida de negro se encontraba sentada a mi lado, con su rostro peculiarmente misterioso e indiferente. Di un brincó del susto.

−Maldición, Kass. Casi me matas de un susto −mi respiración volvió a normalidad cuando una sonrisa curvo sus labios.

−Jamás dejaría que eso pasara.

Me puse de pie, él hizo lo mismo.

−¿Que haces aquí?

−No eres la única que tiene fetiches raros con los cementerios −dijo, mirándome fijo

No le conteste porque aún seguía pensando en la casa de los Wilson y esa fotografía. Esa misma que me dejo pensando por horas.

−¿Como es que debo verte? −Kass se puso de pie ante mi pregunta.

Wonderf  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora